Tras 26 años, entre andar prófugo y de procedimientos jurídicos, un juez dictó sentencia de 60 años a Luis Ángel G., quien el 10 de marzo de 1997, asesinó a sus hijos, una adolescente y un niño, de 15 y de 9 años de edad, respectivamente.
“Se me hacen pocos los años que le dieron de sentencia, todo este tiempo luché porque se hiciera justicia, son años de dolor, de sufrimiento; sin embargo, el juez considera que es ya es una persona mayor”, comentó Raquel López Ponce, madre de las víctimas.
Refirió que tras cometer el doble filicidio, el ahora sentenciado se fue para Guatemala, donde permaneció un tiempo y posteriormente, habría pasado por México para cruzar la frontera hacia Estados Unidos de Norteamérica.
La entrevistada, relató que durante mucho tiempo no supo nada, pero a través de las redes sociales fue como lo pudo ubicar en Florida, a inicios de 2021.
“Como tenía ficha roja de la Interpol, las autoridades lo ubicaron y lo extraditaron a México, en octubre de ese año; no obstante, el gobierno de Guatemala solicitó su repatriación y las autoridades de ese país, argumentaban que el caso había prescrito”.
López Ponce, dijo que recibió total apoyo por parte del Gobierno de Hidalgo y la insistencia de las autoridades mexicanas, finalmente rindió frutos.
Desde 2021, estuvo recluido en el Centro de Reinserción Social de Tulancingo (CERESO) y ahora, agregó la madre de los menores, todos estos años le han dejado una enseñanza y por fin, después de haber clamado justicia, ésta llegó.