La Comisión Nacional del Agua (Conagua), reportó en la segunda quincena de febrero que Tulancingo, Acatlán, Cuautepec, Santiago y Singuilucan tienen un grado de sequía grave, situación que agricultores y autoridades del campo en Tulancingo, confirman , pues son bajos los niveles de pozos y presas, por lo que las esperanzas de un buen año de lluvia, son pocas.
EL titular de la Secretaría del Campo en Tulancingo, Oscar Gabriel García Vargas, reconoció que el año 2022 estuvo muy complicado por la falta de agua e indicó que no solo por la escasez de lluvia para el cultivo de temporal, sino que los volúmenes de agua concesionados a las unidades de riego llegaron al límite.
El año anterior, agregó, se terminó el volumen de agua concesionado y faltaban aproximadamente dos meses y medio de riego, por lo que tuvieron que parar los pozos.
“Esta sequía severa del 2022 se tradujo en que muchísimas praderas se secaron, complicando la situación y ahora, deben sembrar nuevamente, pero el costo es mayor. Afortunadamente, se va a tener el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Hidalgo (Sedagroh), con semilla y semen sexado, eso reducirá el impacto negativo de la región”.
El director de Desarrollo Rural de Tulancingo, Fernando Flores Muñoz, mencionó que en un recorrido a los cuerpos de agua que se usan para riego, están a un nivel muy bajo, lo que sin duda afectará a la producción agrícola.
“El nivel de embalse de las presas a la fecha es del cinco al ocho por ciento, mientras que otras, como la de Los Álamos, están totalmente secas, lo cual impedirá que se obtenga agua para riego y obligará a que los pozos trabajen al máximo”.
Los cultivos de temporal que están sujetos a las lluvias tienen un panorama peor, comentó el funcionario, pues el año pasado las lluvias importantes para la siembra llegaron a mediados de junio, eso llevó a sembrar tarde y les toco meses después las heladas que acabaron con todo.
“La expectativa de los agricultores, es obtener el 100 por ciento de la producción el año pasado, pero se obtuvo entre un 25 o 35 por ciento y en algunos casos solo hubo forraje que representa un ocho o 10 por ciento de producción”, señaló Flores Muñoz.
Ángel Escobedo Castro, productor del ejido Huapalcalco, mostró su preocupación por la falta de agua que le impidió cosechar su forraje y tuvo que recurrir a la compra de alimento, pero los costos se elevaron más del 100 por ciento, al pasar de 80 a 190 pesos la paca y para colmo, el precio de la leche lo han bajado cincuenta centavos el litro.
Tomás Alarcón, productor del mismo ejido, comentó que la sequía les afecta y no ha habido apoyos suficientes al productor, pues ahora la energía eléctrica incrementó al doble “Si antes pagábamos por un pozo 20 mil pesos, ahora pagamos 50 mil pesos y no sabemos a quién recurrir porque nos afecta la sequía y por otro lado, los insumos se han elevado”.
Finalmente, reconoció que todo lo de temporal en el ejido se perdió. “Tardaron las lluvias y nos tocó heladas y se acabó todo, este año pinta la situación muy crítica porque además los pozos han bajado de nivel”