Por Cristian Rangel
El comercio electrónico, al por menor o minorista, ha posicionado a México dentro del top 5 de los países con mayor crecimiento en el mundo, alcanzando valores de mercado superiores a los 500 mil millones de pesos, lo que significa el 10% del total del comercio minorista en el país.Si tú compras o has comprado en plataformas como Alibaba, Shein o Temu, por poner un ejemplo, formas parte de las más de 60 millones de personas que adquieren productos a través de internet, 9 de cada 10 internautas mayores de edad realizan alguna compra en línea.Sin duda, la parte beneficiada radica en el consumidor final, ya que el comercio electrónico le permite recibir las compras a domicilio, ahorrar tiempo de traslado a tiendas físicas, realizar compras desde cualquier lugar, garantiza la disponibilidad de productos que no están en tiendas físicas y la posibilidad de encontrar más promociones y descuentos.Pero, por otro lado, también ha planteado desafíos al comercio minorista tradicional, particularmente en términos de competencia y precios.Ante este tema, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), que agrupa a tiendas como Soriana, Chedraui, Sanborns, 7Eleven, entre otras 92 cadenas comerciales, ha pedido al gobierno “piso parejo” en la regulación del comercio electrónico, para que no haya ventajas sobre el comercio tradicional, ya que considera que las plataformas chinas no compiten de forma leal, puesto que algunos jugadores no son ortodoxos en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales o de las normas oficiales mexicanas y aprovechan un esquema, que dice que todo lo que se importe por debajo de 50 dólares no tiene la necesidad de pagar IVA.Por tanto, no declaran de manera correcta sus importaciones, “esquema de minimis” que no es más que la cantidad monetaria límite sobre la que pueden entrar productos libres de impuestos y de procesos aduaneros a los países de América del Norte, vía comercio electrónico o compras por paquetería.Lo anterior, significa un reto doble para los involucrados. Por un lado, el gobierno tendrá que tratar como tema urgente de discusión y negociación en las discusiones sobre la mesa en el tratado de libre comercio México-Estados Unidos-Canadá (TMEC) para poder blindar los procesos aduaneros en el país e internamente, la ANTAD o comercio tradicional, tendrá que adaptarse a las preferencias cambiantes de los consumidores, mejorando su presencia en línea, ofreciendo más y mejores opciones de compra en línea, creando así una experiencia perfecta para los clientes.