Época de bonanza se vivió en Tulancingo a finales del siglo XIX y a principios del XX. Bellos edificios se construyeron bajo un estricto reglamento de construcción que no permitió la anarquía en las edificaciones por lo tanto las calles conservaron su remate visual y una agradable perspectiva.
Un edificio que es testimonio de los tiempos del porfiriato y orgullo para la ciudad esta ciudad y que en pasa do se denominó la casa del Señor Don Manuel de la Concha actualmente es el conocido Hotel Colonial, está situado en la esquina de Juárez y Zaragoza. El párrafo siguiente es parte de un artículo se publicó en 1908.
“Este suntuoso edificio propiedad del señor don Manuel de la Concha, es sin duda alguna, el mejor edificio particular con que cuenta Tulancingo. El señor de la Concha firme en su propósito, de legar a dicha ciudad algún buen recuerdo ha hecho esta bella obra de ornato a costa de fuertes gastos y contrariedades: el vulgo ha criticado su proceder tildándolo de despilfarrado, por haber construido esta finca en Tulancingo siendo en que mejor estaría este palacio en México, Puebla o Guadalajara según dice.”
A continuación en los siguientes párrafos del presente artículo nos describen al Tulancingo de hace màs de 100 años:
“Nosotros creemos a Tulancingo digna por mil títulos de poseer muchos buenos edificios, como al que nosotros nos ocupa y aun mucho mejores: porque Tulancingo tiene calles amplias y rectas, delicioso clima, bellos alrededores, buena agua, ferrocarriles, telégrafos, teléfonos, luz eléctrica, etc., etc. y muy pronto contara con drenaje.
Tulancingo goza de exuberante agricultura, floreciente industria, y un buen comercio: son sus habitantes laboriosos, su sociedad culta, y sus autoridades justicieras”
En el presente qué lejos está la ciudad y la sociedad Tulancingo de poseer tan bellos atributos. Pero mejor sigamos leyendo el artículo:
“por lo que si el dinero se ha hecho para el gozo del hombre, el afortunado que lo tenga debe procurarse toda clase de comodidades que le prolonguen la existencia… Tulancingo tiene y brinda tiene y brinda oxigeno puro para dar vida larga tranquila y dulce.” ¡Millonarios tulancinguenses, imitad a don Manuel de la Concha y legad a nuestra ciudad algún buen recuerdo siquiera sea para perdurar vuestros nombres! El progreso del lugar así lo exige seguid, seguid adelante.” (El Heraldo Ilustrado, 1908)
Si bien lo anterior nos parece demasiada adulación podemos rescatar del articulo lo siguiente:
Primero la importancia que en el pasado tuvo nuestra ciudad,
Segundo, su bella arquitectura artística y vernácula, la buena planeación urbana, existía un buen reglamento urbano.
Tercero la belleza de sus alrededores la importancia de la agricultura. Podemos rescatar también las palabras de un destacado visitante extranjero:
“El día que derriben este bello edificio no volveré a pasar por esta ciudad de Tulancingo.” Publicado por G. Valencia, abril 19 de 2005.
Hasta el próximo viernes.