La dirección de Protección Civil de Tulancingo, informó que la mayoría de enjambres que atiende para reubicarlos, son de abejas y una minoría corresponden a avispas, pero ambos casos representan el mismo peligro para la ciudadanía, por lo que buscan evitar que la población se exponga al intentar retirarlos.
Jesús García Ávila, titular de Bomberos y Protección Civil, informó que en esta época del año, es recurrente la atención de servicios inherentes enjambres.
Puntualizó que los reportes por presencia de enjambres de abejas, son más comunes que los de avispas, con un 80 y 20 por ciento, respectivamente.
El funcionario dijo que en su migración, las abejas o avispas buscan descanso temporal en los árboles techos, rocas u otras superficies, por lo que pidió a la población no entrar en pánico, conservar la calma y evitar remover los enjambres, pues podrían sufrir picaduras.
“Normalmente, en la primavera y con el aumento de las temperaturas, las abejas o avispas van en tránsito con fines reproductivos y dentro de esa migración toman lugares temporales para descansar, algunos de ellos son en patios o jardines de algunas casas y cuando nos los reportan, acudimos para reubicarlo y no para matarlas”.
Explicó que el propósito es resguardar la vida e integridad de las personas, pero también cuidar de las abejas porque son una especie fundamental en el ecosistema, debido a su aportación en la polinización y la producción de alimentos.
Actualmente, detalló, el método de atención de enjambres consiste en remover el enjambre completo y llevarlo al cuartel de bomberos, para después reubicarlos en un sitio seguro y así, permitir que su labor en beneficio del ecosistema continúe, pero sin que la ciudadanía esté expuesta a picaduras de los insectos.
García Ávila, informó que los reportes de enjambres los deben hacer a los teléfonos: 775 75 3 01 31 y 775 75 3 72 31, para que sean atendidos a la brevedad y de manera eficiente, ya que gracias al apoyo del presidente Jorge Márquez Alvarado, cuentan con la indumentaria apropiada, unidad motora, capacitación y el personal necesario, para cumplir con las maniobras de reubicación sin afectar a los insectos.