Por Arturo Hernández Cordero
Estamos en vísperas de que concluya el 2023, un año que como se auguraba, resultó complejo y desafiante en materia política para México y el Mundo entero, en el que tuvieron lugar acontecimientos de relevancia histórica, que muy probablemente en el 2024 estarán viendo su desenlace. A nivel internacional por ejemplo, la escalada de tensiones en el conflicto israelí-palestino, ha polarizado por completo la política internacional. Y debido a que ambos bandos han incurrido en crímenes de guerra y no están dispuestos a concebir una coexistencia, seguramente la solución (cuando menos provisional) del conflicto llegará impuesta por los aliados de ambos en 2024. Por otro lado, la guerra ruso-ucraniana también parece estar cerca de su culminación luego del fracaso de la contraofensiva de Ucrania en verano pasado y el desgaste generalizado, que (aún con el apoyo de la OTAN) dicho país ha tenido luego de dos años de cruentas batallas contra el ejército ruso. Todo apunta a que será en 2024, cuando Ucrania tenga que ceder irremediablemente a Rusia sus provincias del este, mientras que Rusia deberá resignarse al ingreso de Ucrania a la OTAN para prevenir futuras invasiones. En cuanto a la política nacional, en 2024 tendrá lugar el proceso electoral que definirá la realidad de México lo que resta de la década. Desde ya, se visualiza que el oficialismo parte como amplio favorito hacia junio de 2024 en todos los niveles de gobierno y en ambos poderes de elección popular, por ello, se requerirá de un esfuerzo y desempeño colosal en las campañas hasta ahora inéditos por parte de la coalición opositora, para evitar que la 4T arrase en las elecciones y logre su tan ansiado “carro completo”, que vulneraría la vida democrática en el país suprimiendo la división de poderes. Con dos conflictos geopolíticos a la espera de una conclusión, y elecciones presidenciales tanto en México como en Estados Unidos, el año 2024 se antoja emocionante, de aquellos que marcan generaciones. A pesar de los retos que se avecinan, esperemos que el futuro inmediato propicie la tan anhelada paz en México y en el Mundo después de lo convulsos que han sido los últimos años.