Con algunas excepciones; en la mayoría de las culturas el beso es una expresión de afecto, cercanía, intimidad y erotismo.  El acto de besar (tener contacto físico por medio de los labios) implica una gama de emociones y sensaciones que van desde las más superficiales a las más profundas.

Al nacer, el primer contacto que muchas personas tienen es con la madre; y es ese contacto por medio de un beso que activa neuronal y psicológicamente sensaciones.  Este acto, seguido por los otros contactos determina en muchos aspectos la personalidad y estructura psíquica de los seres humanos.

El beso como lo conocemos y con el significado que le damos, data de la época medieval; en donde con el romanticismo al beso se le atribuyo la connotación de amor.  Pero, cualquiera que sea la historia del beso; actualmente y en nuestra cultura es un acto que muchas personas disfrutan.

Se pueden describir muchos tipos de besos y cada uno tendrá su intensidad y propósito; sin embargo, el acto de besar parte (como otros actos del erotismo y la sexualidad) de la entrega; de estar intensamente para sentir; y allí surge todo lo demás.

Para ser un buen besador o besadora o besadore; primero debes trabajar en tu seguridad; ya que tendrás que enfrentar estar con otra persona e interactuar muy de cerca.  En segundo lugar, debes cuidar tu higiene; ya que muchas personas refieren que, aunque les guste físicamente otra persona, si esta, tiene mal aliento o no cuida su aseo personal es repulsivo.

Cuidando estos dos aspectos, lo que sigue es integrar todos tus sentidos al acto de besar.  Comienza acercándote y aun sin besar; el ritmo lento resulta más excitante.  Cuando tu boca esté cerca del cuerpo de la otra persona mira a los ojos y date un par de segundos para hacer el contacto visual.  Junta tu boca con la boca de la otra persona y sólo juntando los labios has una respiración profunda y contacta con todas las sensaciones que comienzan a recorrer todo tu cuerpo.  Una vez habiendo hecho este contacto abre muy poco y lentamente tu boca; intentado guiar a la otra persona a que haga lo mismo; cuando las bocas estén un poco abiertas con tu lengua trata de recorrer los labios de la otra persona, como si fuera la primera vez que pruebas algo así; lentamente y sin olvidar que estás sintiendo en todo tu cuerpo.  Besa primero el labio superior y continúa con el inferior.  Si la otra persona fluye junto contigo, atrévete a más; y sólo hasta este momento introduce tu lengua a la boca de la otra persona; ve lentamente y corroborando la respuesta y ritmo de tu pareja; has respiraciones profundas que te permitan conectar todas tus sensaciones.  Y a partir de este contacto fluye junto con tu pareja hasta donde lo consensuado y consentido se haya acordado o se este acordando.

El arte de besar no se reduce solo al contacto de las bocas; al ser un acto que tiene que ver con el sentido del tacto es entonces un acto que se extiende a todo el cuerpo.  Recordando siempre que debe ser una actividad consensuada y consentida (deben estar de acuerdo todas las personas participantes).

Así, que comenzando este mes del amor, comienza a poner en práctica esta recomendaciones.

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