Lindos balcones y ventanas, rejas, kioscos y bancas, objetos diseñados con motivos florales basados en armónicas repeticiones y en la  simetría de formas, elaborados en hierro forjado o en hierro fundido en el siglo XIX, y  que aún podemos apreciar en algunas casonas  del Centro Histórico, en las ruinas de antiguos ranchos en algunas rejillas de las calles  de  Tulancingo.  Valiosos objetos fabricados por excelentes herreros o fundidos en la famosa Ferrería hoy fundición de  Apulco .

      Apulco es un lugar atractivo de hermosos paisajes en el Valle de Tulancingo ubicado a 38 km. de la ciudad de Tulancingo.

En su libro “Tulancingo y sus alrededores” don Roberto Ocádiz comenta:

“APULCO, a los tres Apulcos; Estación de Apulco, Ferrería de Apulco y Hacienda de Apulco, los tres en diferentes lugares pero cerca uno del otro  y con su propia importancia. Esta región del distrito de Tulancingo es sumamente pintoresca; por este lugar principia la famosa Barranca Grande llamada también Gran Barranca; de la Laja, de Alcholoya, de los Ocotes, etc. etc.…”

 La antigua ferrería de Apulco fue fundada por el Señor José de Castella en 1848. Posteriormente fué vendida a la muerte del señor Castella a la firma francesa “Baudovin Baldy y Cia.” En 1866 comenzó a trabajar  el primer alto horno de fierro gris en Latino América, para la producción de 40 a 45 toneladas  por semana.

En 1887 se venden  las Ferrerías de Apulco, Los Reyes y La Trinidad por los señores Emilio de Baudovin, León Baldy y Luis Maty en sociedad y son adquiridas por el súbdito inglés de nombre Ricardo Honey industrial dedicado principalmente al negocio de los metales. Así encontramos un contrato celebrado en 1895 entre la Compañía de Hierro y Acero de Durango y el Señor Ricardo Honey  para la prórroga de unos bonos.

En 1939 sus hijos entregaron el negocio a las administraciones de obreros consolidándose como  cooperativa el 7 de  febrero de 1967.  RUTA abril 16 de 2004 Gloria Valencia.

Hace 18 años visitamos la Ferrería de Apulco, los productos allí fabricaban eran: kioscos, bancas, juegos jardineros, faroles, arbotantes, trapiches, piezas para el sistema de agua potable, rejillas, alcantarillado y toda clase de objetos de hierro fundido. El fierro fundido el fierro colado o también conocido como fundición gris, es uno de los metales ferrosos más empleados en la industria metalúrgica.

 En cuanto a los  detalles de hierro forjado existen pocos ejemplos  en puertas, balcones y ventanas de  Tulancingo, este arte de la forja fué realizado magistralmente por los maestros herreros durante los siglos XIX y XX, y que en estas últimas décadas propietarios, autoridades municipales, INAH, arquitectos e ingenieros, constructores se han encargado de destruir.  

El hierro forjado se define así: El hierro forjado (hierro dulce) es un material de hierro que posee la propiedad de poder ser forjado y martillado cuando está muy caliente y que se endurece enfriándose rápidamente, se funde a una temperatura de 1500 grados centígrados.

Últimamente un azote ha caído en las ciudades y Tulancingo no es ajeno al  robo de objetos de fierro urbano, por las noches los ladrones  destruyen el pavimento para sustraer las rejillas del drenaje, los enrejados de las casas, de los medidores de agua, los tubos, laminas y toda clase de varillas. En la zona rural  a lo largo de la carretera los maleantes roban; cercas de alambre, de tubos, zaguanes tela de alambre para gallinero, hasta cercos hechos de chatarra de tambores de colchón,  todo lo venden en los depósitos de fierro viejo, no hay ninguna ley que castigue este tipo de delitos, ni denuncia que proceda, todo debido al aumento del costo del acero a nivel mundial. Hasta el próximo viernes.      

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