Se ha discutido mucho la existencia o no del derecho a la paz de las personas en nuestro mundo puesto que, textualmente no se encuentra dentro de la Constitución ni en los tratados internacionales más conocidos, pero lo cierto es que existe y la Organización de las Naciones Unidas y sus miembros lo han reconocido como un derecho.
En tanto, sería impensable la existencia de ese derecho puesto que, sin el mismo no pudieran existir el sin número de derechos que tenemos reconocidos tanto constitucional o como convencionalmente.
Sin embargo, si existe el derecho a la paz y es reconocido cual es su eficacia dentro de la realidad actual, donde la guerra es patente en diversos países, donde gente ha perdido su vida, sus casas, su patrimonio, su familia, por una guerra.
En la presente columna no pretendo abordar las razones de la guerra en Ucrania o si las mismas son o no son genuinas, no pretendo tampoco establecer una postura sobre la misma, aquello que pretendo sostener es que, en dicho conflicto existe un sin número de personas que se encuentran afectadas directa e indirectamente por un conflicto que puede o no tener razón de ser, pero que en esencia si violenta su derecho a la paz.
Hoy me parece que el mundo ha perdido una batalla más contra si mismo puesto que, hemos demostrado una vez más la incapacidad para poder solucionar los problemas de manera pacífica.
Cuanto hemos de añorar poder imaginar un mundo donde la guerra no exista y el derecho a la paz sea un principio tan fundamental que sea inviolable, me parece que ese deberá de ser uno de los objetivos más anhelados que podemos tener como humanidad.
Sin embargo, hoy no es el día puesto que, existe un conflicto bélico en nuestro mundo donde miles de personas sufren y se les violan derechos de forma sistemática, mismo hecho que por supuesto debe de ser reprochado de manera unánime por el mundo, la paz debe de prevalecer.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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