La jornada electoral del próximo domingo 2 de junio, será quizás la ocasión más definitoria en la historia contemporánea de México, y será mediante el ejercicio de sus derechos democráticos, que los ciudadanos definirán lo que depare el futuro a mediano y largo plazo de la nación.
El dos de junio, México tendrá que decantarse entre un proyecto oficialista, que en seis años ha demostrado innumerables deficiencias en materia de seguridad, salud y política internacional, pero con una fuerte base popular y un arrastre social por parte del actual presidente en turno, y el proyecto encabezado por una oposición, que aún carga con el estigma de su oscuro pasado y que en seis años, no mostró capacidad ni voluntad alguna, por formular un proyecto de país atractivo para la población, pero que en cierta medida, ha sabido capitalizar el descontento social en contra del gobierno actual de un sector de la población y consolidar una coalición que les otorga posibilidades de cara a la jornada electoral.
Pese a los alegatos por parte de la oposición de que existe una dictadura en México, lo cierto es que las elecciones del 2 de junio se desarrollarán de forma libre y democrática, y aunque las elecciones presidenciales parecen haberse definido hace meses, es el sistema de pesos y contra pesos lo que hace de México, un país democrático y es donde la ciudadanía puede evitar el surgimiento de un gobierno autoritario eligiendo a un congreso políticamente diverso donde todas las posturas tengan cabida.
Es preciso recordar, que la jornada electoral será la más grande que ha tenido México, y se elegirán más de 20 mil cargos de elección popular, por lo que depende del electorado a lo largo y ancho del país, contrarrestar el poder del partido hegemónico.
En este proceso electoral, lo que muchos insisten en llamar “polarización”, no es sino un mayor involucramiento por parte de la sociedad civil, en los asuntos políticos que aquejan al país; el analfabetismo político presente en la sociedad mexicana de antaño, que cierto sector político añora, ya no es una realidad en la actualidad, y se verá reflejado en la participación ciudadana el próximo 2 de junio.