Han comenzado la campaña más grande de la historia de nuestro país, en busca no solo por la presidencia de la República sino por una diversidad de cargos públicos a lo largo de nuestra nación.
En esta época, una vez más se pone a prueba la democracia nacional y a todos los ciudadanos, para poder en primer punto, ganarle al abstencionismo y decidir juntos por el proyecto que queramos para dirigir a nuestra nación.
En segundo punto, para lograr unas elecciones donde podamos estar orgullosos de nuestra democracia, siendo estas limpias que nos lleven a una armonía y una paz social, debemos de recordar que la decisión del proyecto de nación por el que votemos, no es para los ganadores sino para todos.
Por tanto, la inclusión debe de ser la pieza angular de todos como ciudadanos democráticos de nuestro país.
En tercer punto, es importante establecer la necesidad de una visión menos individual donde aquello que se debata, sea el proyecto por nuestro país y nuestro voto sea reflexionado en las propuestas realizadas por las y los candidatos.
Considerando válido el votar por el interés que genere un partido, una persona o el proyecto mismo, siempre que nuestra decisión se encuentre debidamente informada.
Nuestro voto es la llave de la democracia hacia una puerta del progreso de derechos, no importa la preferencia o el motivo, sino el interés que como ciudadanos establezcamos por conocer las propuestas y decidir ir a votar como una obligación que tenemos hacia nuestro país.
La democracia se logra como una lucha continua, donde día a día somos parte de un país que debe de exigir mayores derechos y mayor participación ciudadana, pero una de las grandes batallas ciudadanas sin duda, es el día donde estamos obligados a escoger a quienes nos representaran y es una cita a la cual los exhorto a no faltar.
juanfer_lm@jfg