Desde hace más de 6 años, las y los mexicanos propiciaron la alternancia de gobierno, con el anhelo de conseguir una realidad diferente, que por fin diera solución a los grandes problemas estructurales que parecen imposibles de resolver: hablamos de pobreza, desigualdad, inseguridad, rezago educativo, falta de infraestructura, bajo crecimiento económico, opacidad en el uso de recursos públicos y corrupción. Hoy, después de hacer historia con la primera presidenta de la República Mexicana, se incrementa la expectativa de esta realidad. Si bien es cierto que para lograrla, nos toca a todos los mexicanos involucrarnos en la batalla, nuestro país requiere de acciones concretas.
Hablamos de conseguir un México que logre impulsar el dinamismo económico, pero de manera sostenida, para que a su vez se logre un progreso social real, el cual solo se va a lograr si el Plan Nacional de Desarrollo, fomenta la integración de todas las regiones del país de manera transversal, no sólo el norte, sino el centro y sur-sureste del país, deben conectarse a las cadenas de producción enlazadas con Norteamérica.
Si la siguiente administración logra esta integración regional, el país logrará impulsar la inversión y conseguirá un alto nivel de progreso social.
Esperamos que las empresas productivas del estado (PEMEX y CFE) no sean un freno más en las finanzas, sino que retomen el papel de ser detonadores del crecimiento del país, para lo cual se debe cambiar la visión. Se debe pensar en el futuro del planeta, la apuesta debe ser la energía limpia, solo así entraran a la pelea de la transformación energética del mundo, cualquier otro esfuerzo que se implemente que no considere esto, no obtendrá resultados positivos.
Esperamos una transformación del mercado laboral. Para ello se deberá combatir de manera frontal, la informalidad. 54.3% de los mexicanos trabaja en la informalidad, para ello la apuesta debe ser el incremento de empleos de calidad, con mayores ingresos y con visión igualitaria en cuestión de género.
Esperamos que de una vez por todas, la perspectiva de inseguridad en el país desaparezca, que se fortalezca el estado de derecho y se garantice la certeza jurídica, ya que es una condición determinante para impedir que la población de desarrolle de manera plena.
Esperamos un México que logre avanzar de manera real y no solo en discurso, que de una vez por todas deje de buscar culpables y politizar los temas que no pueda resolver, esperamos una presidenta que le enseñe a sus antecesores como se administra la casa.

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