He referido en diferentes columnas respecto de la figura del Ministerio Público, pero me parece oportuno señalar quien es el Ministerio Público se han referido a dicha institución como el servidor público encargado de la investigación de los delitos en representación del Estado, siendo la figura fundamental para el sistema de justicia puesto que, depende de su actividad el esclarecimiento de los hechos.
En tal sentido, no es quien representa los intereses de la presunta víctima sino del Estado y aquello que le interesa debe de ser la garantía y protección de derechos de todas las personas sin importar la calidad que tengan dentro de la investigación.
En consecuencia, se erige como una figura imparcial que dirige la investigación con la finalidad de esclarecer los hechos y determinar bajo un criterio objetivo aquello que ocurrió y si ello puede o no ser considerado relevante para la sociedad a la luz del derecho penal.
Por tanto, se encuentra bajo su responsabilidad la dirección de las policías y peritos dentro de una investigación teniendo el deber de ser el gran director una indagatoria puesto que, solo a través de las pruebas que recabe se pudiera arribar a la verdad.
Sin embargo, conforme se tenga menor confianza en la institución menor fiabilidad se tendrá en sus investigaciones y mucho menos en sus conclusiones.
La sociedad ha determinado una perdida en la confianza de las investigaciones ministeriales al exigir modificaciones legislativas que permitan investigaciones e incluso acusaciones privadas, lo cual ha permitido una apertura necesaria del sistema de justicia mexicano.
No obstante, no ha sido suficiente para otorgarle a los ojos de nuestra sociedad la credibilidad que se necesita para recobrar la confianza en la sociedad y solo cuando las investigaciones sean transparentes y el trabajo de los servidores públicos comprenda una imparcialidad, objetividad y una protección de derechos humanos, se podrá recobrar la confianza que se ha perdido en la institución.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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