Por Cristian Andrey Rangel Hernández

Amig@ lector seguramente habrás escuchado o te abran comentado que el contraer deuda no es recomendable, que es algo malo y que se debe evitar a toda costa ya que lacera tus finanzas personales.
Pero esto es realmente ¿cierto? Hoy les compartiré la forma en que puedes clasificar tus deudas e identificar si vale la pena contraer dicha deuda o no.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) la deuda, en términos generales es la obligación de devolver el dinero prestado, más los intereses generados en el tiempo que se llevó el préstamo.
Por tanto, endeudarse es adelantar el dinero del futuro al presente, para que nos ayude a afrontar proyectos y/o adquirir cosas que nos dé mejor calidad de vida, pero ante ello resulta fundamental hacer un presupuesto para poder afrontar las deudas y no terminar agobiado por las mismas.
¿Deudas buenas y malas? Las deudas buenas son las que te ayudan a hacer crecer tu patrimonio o te mantienen seguro ante eventualidades y siempre se adquieren para que en un futuro genere ganancias (ejemplo: hipoteca, prestamos académicos, pago de seguro, financiamiento de maquinaria o equipo, etc.).
En cambio, las deudas malas son las que no generan ganancia, en estas se adquieren bienes que no se necesitan, que tienen corta duración o se deprecian rápidamente (ejemplo: tarjetas de crédito por mal manejo, prendas de vestir, celular de última generación, etc.).
Independientemente de que ahora sabes identificar entre deudas buenas y malas, lo recomendable es que tus deudas no excedan el 30% de tus ingresos periódicos, cumpliendo esto tendrás una capacidad de endeudamiento sano.
Si tus finanzas no están pasando por el mejor momento, entonces pon atención a las siguientes recomendaciones: Ponte un plazo de tiempo para liquidar tus deudas, paga siempre en tiempo y forma, prioriza y cubre las que generan más intereses, salda primero las pequeñas deudas y la más importante, por ninguna razón y bajo ningún motivo, pagues una deuda generando otra y si por alguna razón tu capacidad de pago se viera comprometida siempre busca reestructurar tu deuda, no permitas que esta siga aumentando.
El mito de la deuda, radica en que generalmente se ve como una carga para las finanzas personales, pero ahora sabes que la deuda es buena siempre y cuando ayude a mejorar tu economía.

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