En estos días se ha visto el mundial a lo largo de nuestro planeta donde la mayor parte de los países se han dado cita para jugar futbol y disputarse la copa más codiciada en dicho deporte.
Sin embargo, el mundial de futbol no solamente representa la mayor competencia de futbol en el mundo, sino que representa una visión de la diversidad de nuestro planeta y de la forma en como interactuamos entre diversas nacionalidades.
En suma, es una forma en que la humanidad ha buscado interactuar a través del deporte de forma pacifica y entablar mayores lazos de amistad entre las naciones.
No obstante, este mundial en particular me parece que es destacable por las reglas que se han establecido en Qatar que como cualquier otro tiene reglas especificas y relacionadas con su cultura, pero existen una diversidad de reglas que se han hecho públicas con motivo de este mundial que nos hacen recordar la serie de violaciones a derechos humanos que se viven en diversas latitudes de nuestro país como es el caso de la sede de este mundial.
En tal sentido, si bien me parece que cada lugar tiene ciertas normas relacionadas con su cultura y que en la mayor parte de los casos nos parecen hasta interesantes, en los casos como el de Qatar no es así puesto que, las normas prohibitivas no son ni interesantes ni mucho menos respetables por el contrario son y deben de ser criticadas y señaladas por el mundo.
No podemos como humanidad normalizar la violencia contra las mujeres o la homofobia, ni los juicios contra los derechos humanos o las penas indignas que se pueden originar, me parece que no existe justificación alguna para ello.
Me parece penoso que un mundial que debiera ser un momento de fraternidad humana se convierta en una persecución contra grupos discriminadas en Qatar, pero creo que es una manera de visibilizarlo y poder contribuir a un cambio que es necesario y urgente.
Lic. Juan Fernando González Espinosa