Empezamos la semana, un nuevo año y para muchos, una nueva vida. Estamos cerrando una etapa y es tiempo, bajo las condiciones vividas, de pasar al siguiente nivel.
Soltemos el pasado y centrémonos en el aquí y el ahora. Pienso que hemos hecho un buen trabajo y aún así, es bueno que demos gracias por lo vivido, por lo logrado, por la experiencia y por todas las enseñanzas, que cada cosa nos ha dejado.
Tal vez algunos queramos agradecer por el trabajo que tuvimos o por la buena salud. Yo personalmente quiero agradecer por la compañía y, más importante aún, por la familia que nos cuidamos constante y nunca nos abandonamos.
Ahora es el momento de sanar relaciones, pero lo más importante es de sanarnos a nosotros mismos, ya que precisamente así podremos apoyar posteriormente a aquellos que están en nuestro alrededor.
Entonces cerremos los ojos y dejemos fluir… Sabemos que grandes cambios se avecinan y aunque a veces los caminos no son fáciles, debemos seguir adelante. Dejemos de preocuparnos y enfoquémonos en lo que realmente importa.
Hagamos una lista de todo aquello que nos gustaría lograr, de esas nuevas oportunidades, de decir sí a todo aquello que no pudimos realizar en el año que dejamos atrás, y sigamos soñando y trabajando en nuestros sueños.
Todo lo que deseemos se convertirá en realidad y si nosotros somos los únicos responsables y autores de nuestra vida, será necesario asegurarnos de vibrar constantemente positivo, para poder triunfar.
Por tanto, recomiendo que más allá de los propósitos convencionales como hacer más deporte o aprender a conducir, también importantes por cierto, demos oportunidad a nuestros deseos, los más profundos y sinceros, esos que emanan desde el corazón, aquellos que son más grandes que nuestros miedos.
Abramos nuestra mente en la confianza propia y disfrutemos nuevamente de esta vida. Mis mejores deseos para todos en este nuevo 2021