Las elecciones presidenciales de Estados Unidos no dejan de sorprender. A unos meses de celebrase, uno de los actores se baja de la contienda. La candidatura demócrata sigue igual con un representante de la derecha más conservadora (Donald Trump); pero el cambio está en el presidente en funciones (Joe Biden), quien después de unos días de titubeo, decidió renunciar a su aspiración. 

Efectivamente, lo que se venía anunciado con insistencia desde hace un par de semanas, se concretó. Biden se retira de la contienda presidencial aludiendo problemas de salud. Lo que solo es una forma de decir que su candidatura no tuvo el alcance que se esperaba.  

Su popularidad no subía aunado a su complicado estado de salud, que parecía cobrarle una factura muy alta en las últimas semanas. De hecho, en el primer debate presidencial, Biden se mostró cansado, dubitativo, lento.  

Esos hierros y otros que se acumularon después de ese fallido intento de disertación de ideas (confundió a dos mandatarios al mencionar su nombre), hizo que se prendieran los focos rojos en la Casa Blanca y se fuera pensando en un plan B. Al cabo de unas horas de zozobra, todo parece indicar que Kamala Harris, entrará al rescate de los demócratas.

De hecho, la cadena de televisión CNN realizó una encuesta en donde se muestra un empate técnico entre los dos contendientes si hoy fueran las elecciones. Este escenario es muy distinto del que hace unos días mostraban a Trump, como un gran favorito para ganar la presidencia.

En este sentido, lo más interesante está por venir. Porque los norteamericanos estarán nuevamente en la dicotomía de una persona moderada, como es la actual vicepresidenta. O regresar al fanatismo de Trump, quien tiene un apoyo en grupos conservadores pero alejados del ideal democrático.

Un punto a favor de Kamala, es que en cuestión de horas ha sumado el apoyo de importantes sectores del electorado. Por ejemplo, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi ha manifestado su apoyo total a la que pudiera ser la primera presidenta mujer de Estados Unidos.

Lo cierto es que lo mejor está por venir. Porque los republicanos pasaban por su mejor momento en cuanto a indicadores de preferencia y popularidad de su candidato, luego del atentado fallido en su contra. Ahora, al cabo de unos días, la nota está en la postulación de la vicepresidenta de color, por parte de los demócratas.

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