• El presidencialismo a ultranza que nos espera
  • ¿Qué le sabe Félix Salgado a López Obrador?
  • Le ofreció Guerrero desde 1999 y hoy cumple

Le doy el adelanto:

El presidente está decidido a regresar con nuevos bríos porque, narra un confidente, ha entendido la urgencia y los misterios de la vida.

Efectos de la pandemia, a la cual las autoridades mexicanas han entregado -paradoja oficial- casi 160 mil vidas.

Así como regresó con la decisión de revertir la reforma eléctrica de Enrique Peña, hay otros propósitos de urgencia.

O sea, ni él ni su partido pueden esperar para la próxima legislatura y menos superar la criba de las elecciones de junio próximo.

Vendrán nuevas acciones a lomo de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados -los aliados son de risa- y en espera de manejo en el Senado.

Ayer en nuestra edición digital dimos otro adelanto: tras su reaparición en redes con un mensaje cuestionable para unos, esperanzador para otros, tenía otro propósito.

Este es, ni más ni menos, hacer sentir su presencia en el manejo medios y su mañanera evangelizadora.

Ya están las dos: 

Envió la iniciativa para mostrar su firma en la reversión tecnológica y en el anuncio de Olga Sánchez Cordero de su casi segura presencia en el sermón de la mañana el lunes próximo

Difundieron los suyos: presidente habemus.

LA DEUDA

PENDIENTE

La alianza es muy vieja.

Desde cuando se dio a conocer como el diputado costales, en 1988.

Llegó a la Cámara de Diputados, convertida en Colegio Electoral, a objetar un fraude con un costal de boletas electorales quemadas.

Fueron votos anulados a él, argumentó desde la tribuna Félix Salgado Macedonio.

No, usted las robó y ahora viene a acusar -le contestaron los priístas en defensa del triunfo de Carlos Salinas de Gortari.

Luego Salgado Macedonio se fue a apoyar la campaña de López Obrador a Tabasco contra el priísta Salvador Neme Castillo.

Por eso, cuando era dirigente del PRD, el tabasqueño lo hizo candidato a gobernador de Guerrero.

Y peleó con él en la resistencia, ensayo mejorado luego en Tabasco en 1994 por la derrota de López Obrador ante el priísta Roberto Madrazo Pintado.

Félix no pudo.

El gobernador priísta Angel Aguirre Rivero blindó el Congreso del Estado y René Juárez Cisneros rindió protesta para el período 1999-2005.

EL PETATE

OPOSITOR

La relación continuó.

Se fortaleció y en 2018 Félix Salgado Macedonio puso a disposición del caudillo todos sus recursos, buenas y malas artes.

Los dos llegaron, el mesías a Palacio Nacional y el guerrerense al Senado, donde ha sido arropado con el poder de Ricardo Monreal.

Hubo dudas, como hemos narrado aquí, por las malas costumbres, los actos violentos, los escándalos y las numerosas acusaciones por violación y acoso sexual.

Ante estos cargos palidecen frases folclóricas como su oposición desde la tribuna senatorial al cambio de horario porque generaría problemas para el mañanero.

En algún momento se pensó enviar a Amílcar Sandoval, pero era dar demasiado poder a la cuestionada secretaria de la Función Pública, su hermana Irma Eréndira Sandoval.

Además, Salgado Macedonio ya andaba en transas con partidos de oposición y eso ponía en riesgo gubernatura y diputaciones federales.

¿Qué le sabe el presidente?

Ahora se entiende por qué Mario Delgado cumple la orden aunque la postulación de Salgado Macedonio la haga un consejo minoritario y sin la presencia del su presidente Luis Enrique Ríos Saucedo.

Pero no coma ansias: todavía falta el peso de la secretaria general del partido gubernamental, Citlali Hernández, y las feministas.

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