A 106 años del natalicio de “Santo, El Enmascarado de Plata”, su popularidad pareciera estar intacta.
Rodolfo Guzmán Huerta, quien nació en Tulancingo, el 23 de septiembre de 1917, ha sido admirado por al menos cinco generaciones, que disfrutan aún de sus películas, es objeto de homenajes.
Fue y sigue siendo nuestro héroe mexicano de carne y hueso; si…fue nuestro defensor; derrotó a marcianos, luchó contra vampiros y vampiras, mujer y hombre lobo, contra mentes malévolas y en el ring, era implacable…
“El Santo”, era un ejemplo en el ring, en la pantalla y en la vida cotidiana, aceptaba la responsabilidad que la admiración del público le imponía y mantenía una coherencia entre su rol de superhéroe y el de ser humano.
Este fin de semana, se llevó a cabo una guardia de honor, con la presencia de autoridades municipales, en la estatua que lleva el nombre de “Santo, El Enmascarado de Plata”, la cual fue develada el 23 de septiembre de 2009.
El presidente municipal Jorge Márquez Alvarado, dijo que la popularidad del icono de la lucha libre, estriba en que es un héroe mexicano, que estaba del lado de la justicia, que en sus películas siempre salió victorioso contra el mal y en el ring era espectacular.
“Fuera de los cuadriláteros, era sencillo, saludada a la gente, su máscara le daba un plus, encerraba un misterio y todos esos elementos lo llevaron a convertirse el ídolo de las multitudes”, agregó el edil.
El luchador Pedro Vega, dijo que “El Santo” dejó un gran legado, ya que en el cuadrilátero era todo un artista. “Muchos de los que incursionamos en este deporte, lo consideramos con un maestro”.
Gastón Cordero, conocido en la lucha libre como “El Alfil”, comentó que “la leyenda” lo inspiró a dedicarse a la lucha libre. “Mis tíos, también luchadores convivieron con él, incluso cuando llegaba a la Arena Libertad, lo tuve de cerca, me saludó en varias ocasiones y desde niño quise dedicarme a esta actividad”.
El “Enmascarado de Plata”, además de compartir pantalla con bellas mujeres de la época, como: Tere y Lorena Velásquez, Elsa Aguirre y Eva Norvind, entre otras, lució los bellos automóviles deportivos, en los que se desplazaba para llegar a tiempo a alguna misión, entre ellos un M.G. Roadster 1961.
Felipe Carrillo, director de Museos y quien conoce la vida y obra de “El Santo”, comentó que esta última unidad, cuya réplica estuvo en exposición a las afueras del Museo que lleva el nombre del luchador tulancinguense, la utilizó en la película “Santo contra las Vampiras”.
“En la vida real, El Santo nunca utilizó un automóvil como en los que apareció en sus películas, porque era muy humilde, sin embargo los dueños de las firmas más reconocidas de estos coches, sí llegaron a regalarle alguna de sus unidades, ya que les generaban altas ventas”. Expresó.

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