Las necesidades fisiológicas básicas del ser humano son: respirar, comer, dormir y el sexo. Sin embargo, el sexo es la única necesidad que si no es cubierta no pasamos a la muerte; por eso aun y cuando es necesidad de supervivencia es la necesidad más reprimida y controlada.
Llevamos generaciones negando la sexualidad, pero hablando de sexo ya sea por la vía formal o informal. Ya que es un aspecto de la vida del ser humano que es innegable, pero que sigue siendo un tanto difícil y complejo hablarlo cruda y abiertamente.
Evidentemente todos y todas somos personas sexuadas, practicantes o no de una sexualidad activa, debemos estar conscientes de nuestra sexualidad y de lo que es el acto sexual.
La educación de la sexualidad que por décadas hemos recibido, es la negación del sexo. Religión y cultura se han encargado de poner las reglas de cuándo y cómo debe ser el sexo entre las personas. Que si sólo con el matrimonio, que si sólo en monogamia, etc. Y la realidad es que con consciencia o no muchos y muchas tienen una vida sexual activa.
Negar la realidad de la actividad sexual de las personas desde muy tempranas edades, es fomentar una sexualidad muchas veces insatisfactoria y de riesgo. Es importante mencionar que entre más joven se inicie la actividad sexual existen mayores riesgos de embarazos no deseados, de contraer infecciones de transmisión sexual, y de ser víctimas de violencia y abusos sexuales. Sin embargo, adolescentes, jóvenes y adultos, todos y todas tenemos la necesidad de sexo; y el derecho de vivirlo placentera y responsablemente. entonces para ello debemos informarnos y educarnos.
El tener información científica y objetiva de nuestra sexualidad no sólo es para no tener un embarazo no planeado o no deseado, ni para protegernos de las infecciones y enfermedades de transmisión sexual. El tener “buena” información nos da una sexualidad plena y placentera.
Sí, el sexo es una necesidad y se puede cubrir con el simple acto de copular (penetración), o de la autoestimulación; o en los peores casos reprimir ese deseo. Sin embargo, esa curiosa necesidad puede cubrirse de la mejor manera. Quitando prejuicios y temores. Sabiendo cómo hacerlo ya sea a solas o en pareja.
Como tal, el sexo es una necesidad que debe ser cubierta de la mejor manera; así como las otras necesidades básicas: comer bien, descansar, respirar aire puro. Y ahora en estos tiempos donde debemos poner más atención en seleccionar lo que nos hace tener una mejor vida (saludable), ya es también el tiempo de buscar vivir una sexualidad libre de prejuicios, responsable placentera.
A parte, de que esta curiosa necesidad tiene una infinidad de oportunidades para ser satisfecha.