En estos días la noticia sobre una posible ruptura constitucional ha dado la vuelta al país puesto que, los magistrados del Tribunal Federal Electoral han depuesto a su presidente imponiendo un nuevo presidente.

Los motivos han sido diversos y la discusión respecto de la facultad de los magistrados federales para deponer o no al presidente y nombrar a otro es el tema de discusión nacional ya que, se ha establecido que la Constitución establece la imposibilidad de remoción del caso.

Sin embargo, ese tema será motivo de una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que considero pudiera ser motivo de una columna diversa ya que, el tema de hoy es la crisis constitucional dentro del Tribunal Electoral.

En tal sentido, debemos de sostener que existen dos posturas fundamentales la primera consistente en la mayoría de los magistrados electorales quienes sustentan a un magistrado como presidente mientras que el antiguo presidente desconoce su remoción y sostiene la ilicitud e inconstitucional destitución.

Pero ello es un tema de gran relevancia puesto que, la tarea del presidente es la organización y la representación de un poder autónomo que no se encuentra subordinado a ningun otro y por ende su regulación debe ser autónoma, por lo que hasta en tanto se resuelva la problemática constitucional se deberá de velar por el correcto funcionamiento del Tribunal que se encarga de velar por la seguridad y la certeza de las contiendas electorales.

Por tanto, es que un tribunal de tal magnitud cuya finalidad es garantizar la democracia de nuestro país no puede quedar acéfalo y mucho menos con una presidencia en discusión que permita dudar de la legalidad de sus resoluciones.

Sin embargo, en un Estado Constitucional de Derecho a veces es necesario que existan conflictos en los que se quede de manifiesto la disputa entre dos o más ideas puesto que, ello es lo que permite la democracia y no implica un estado de barbarie sino un camino hacia una democracia que de incipiente comienza a ver una independencia entre los juzgadores.

Pero que por el bien de todos esperemos que se resuelva por medio de la constitucionalidad y con la finalidad de un mejor país para todos.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@hotmail.com

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