El resultado de las elecciones legislativas celebradas en Francia, el pasado domingo 7 de julio, han generado gran impacto tanto en el país Galo como en el panorama internacional. El proceso electoral en Francia, fue adelantado por el presidente Emmanuel Macron, dados los resultados de las elecciones europeas celebradas el mes pasado.
Para sorpresa de muchos, el partido Agrupación Nacional liderado por la conservadora Marine Le Pen, quedó en tercer lugar en la elección, por detrás de la fracción izquierdista liderada por los partidos Juntos y Nuevo Frente Popular, afines a Macron que le asegura a su fracción política por lo menos tres años más al frente del Gobierno Francés.
Si bien, el júbilo por parte de los simpatizantes de la izquierda francesa se expresó por todo lo alto y los líderes de la izquierda internacional externaron su alegría por el resultado, lo cierto es que la derecha dura francesa, no sufrió una derrota definitiva en lo absoluto: la Agrupación Nacional de Le Pen sumó 54 escaños a los 89 que contaba en la Asamblea Nacional (integrada por 577 legisladores).
Aún teniendo a la prensa francesa e internacional en contra, la Agrupación Nacional ha logrado triplicar el número de votos conseguidos en el año 2022, lo que le otorga claras posibilidades de cara a las elecciones presidenciales del 2027.
El descontento de la sociedad francesa está al alza, con un índice de criminalidad entre los más altos de Europa y donde casi dos terceras partes de los delitos, son cometidos por extranjeros con estatus irregular en la nación gala, un sistema de pensiones cada vez más insostenible y un modelo asistencialista que contrasta con el declive de la industria francesa, hacen augurar que la inminente victoria de la derecha en Francia no se ha diluido, sino como lo mencionó Marine Le Pen, solo se ha aplazado.
Emmanuel Macron aprovechó el alarmismo generado por los resultados de las elecciones europeas y adelantó el proceso legislativo y frenó de momento, al bloque derechista; no obstante, su partido “Juntos” no obtuvo mayoría y la derecha dura, sumó casi el doble de escaños, por lo que hablar de una estrategia exitosa, resulta demasiado optimista.