Por Arturo Hernández Cordero
El próximo domingo 5 de junio, se llevarán a cabo las elecciones locales en el Estado de Hidalgo, que definirán a la figura titular del Poder Ejecutivo en la Entidad, para el periodo 2022-2028.
Carolina Viggiano (PAN, PRI y PRD), Julio Menchaca (MORENA, PT y PNAH), Francisco Xavier Berganza (MC) y José Luis Lima (PVEM), serán los contendientes en el proceso electoral más importante que haya tenido el Estado de Hidalgo en varias décadas, pero ¿en dónde radica la importancia de la elección del próximo fin de semana?
De entrada, el contexto federal no podría ser más diferente con respecto a las elecciones anteriores: la izquierda se ha hecho con el Ejecutivo Federal y una fuerte representación en el Congreso de la Unión, mientras que el PRI, partido tradicionalmente hegemónico en Hidalgo, ha tenido que aliarse en coalición con el PAN y PRD, para intentar conservar el poder en la Entidad.
Es aquí donde surge el debate que polariza al electorado hidalguense: ¿continuidad o adhesión al oficialismo? Si bien, a principios de año el escenario parecía incierto, los procesos de precampaña y campaña, parecen haber definido el escenario político hidalguense de cara a las elecciones.
Hidalgo, bastión priísta desde hace casi cien años, parece haber tornado sus preferencias al oficialismo, en vez de la continuidad del proyecto priísta, o al menos es lo que la gran mayoría de las encuestas reflejan, ya que Julio Menchaca se perfila como el favorito para imponerse en la contienda electoral.
No obstante, el declive del PRI en cuanto a preferencias no es consecuencia de que la sociedad hidalguense realmente espere un “cambio”; el hecho de que Julio Menchaca, sea el candidato que representa al oficialismo y todas las ventajas que ello supone, llevan al electorado hidalguense a decantarse en su favor. Más que el mérito morenista, ha sido el contexto federal, el factor definitorio en este proceso electoral aunado a las tensiones internas presentes en el PRI Estatal.
Las elecciones aún están en puerta, pero hay algo que debe quedar claro en caso de ganar Julio Menchaca: apegarse al oficialismo de MORENA, no será sinónimo de un cambio radical para el Estado de Hidalgo