Un llamado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hicieron los diputados del PRI, Marco Antonio Mendoza Bustamante y Rubén Moreira, con el propósito de que intervenga en la restauración y preservación de la zona arqueológica de Tula, Hidalgo, que se encuentra en estado de abandono.
A través de un punto de acuerdo, ambos legisladores recordaron que la palabra Tula, deriva de la raíz nahuatl Tollán Xicocotitlan que significa “junto al tular”.
Indicaron que Tula fue un gran centro espiritual y cultural resguardado por los colosales atlantes, testimonio fiel de los adelantos y conocimientos en el arte, la pintura y la escultura.
Los vestigios del sitio arqueológico incluyen el importante Palacio Quemado, probablemente un edificio gubernamental con docenas de columnas en ruinas, fuera de la entrada principal se encuentra un sacerdote reclinado, conocido como Chac-mool, y tres templos con forma de pirámides truncadas. El templo más grande es la pirámide de los “atlantes”, coronada por columnas de 4.6 metros en forma de figuras humanas estilizadas llamadas Atlantes, cuyo propósito original era apoyar el techo del santuario.
Resaltaron que el centro arqueológico de Tula, Hidalgo, fue inaugurado por el entonces presidente de la República, José López Portillo, el 16 de noviembre de 1982.
“Y desde hace varios años los monumentos se encuentran en un estado de abandono y falta de mantenimiento”, dijo Mendoza Bustamante, diputado federal por Hidalgo
Mencionó que la historiadora del arte Silvia Trejo, en el año 1992, publicó el artículo: “Las Ruinas de Tula”, en donde mencionaba después de una visita a la Zona Arqueológica de Tula, que “los monumentos estaban en un estado ruinoso y deplorable, su verdadera destrucción estaba muy cercana a menos de que se evite a través de una conservación integral y urgente”. Hoy los visitantes, después de 31 años piensan igual, que la zona se encuentra abandonada por las instituciones federales y que no hay interés por conservarla convirtiéndose en ruinas a través del tiempo.
“La zona arqueológica está abandonada y muchos negocios están cerrados, resultado de la pandemia e inundación y a pesar de que esta ciudad tiene mucho que ofrecer al turismo, se encuentra en el abandono”, comentó.
Por todo ello, propuso hacer un exhorto al Instituto Nacional de Antropología e Historia para que en el ámbito de sus atribuciones intervenga a la brevedad posible en la restauración y preservación de la Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo