Por Arturo Hernández Cordero
La encuesta de MORENA para designar a su candidato de cara a las elecciones presidenciales del 2024, ha empezado a tener lugar en el transcurso de esta semana (dio inicio el lunes 28 de agosto y culminará el próximo domingo 3 de septiembre) y tras 70 días de campañas internas, por fin el candidato del oficialismo y eventual favorito a imponerse en las elecciones del 2024, se develará el próximo miércoles 6 de septiembre.
El proceso interno de la 4T ha presentado particularidades sin precedentes en el país, siendo presentado desde el mismo Gobierno Federal y los partidos que integran la 4T, como la primera designación de candidato del oficialismo meramente democrática en la historia de México, pero ante las eventualidades, que desde un inicio condicionaron el proceso y que seguramente también condicionarán el resultado, la ciudadanía se cuestiona: ¿verdaderamente hay indicios de compromiso democrático en el proceso interno de MORENA y allegados?
Por principio de cuentas, si bien es cierto que es la primera vez que el partido representante del oficialismo en México, lleva a cabo una consulta ciudadana para determinar a su contendiente, para nadie es un secreto que todo el aparato del Estado y los esfuerzos de la cúpula de la 4T, estuvieron volcados a favor de otorgarle una ventaja en términos de popularidad, a la otrora Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.
Aunque el desempeño favorable del ex Canciller Marcelo Ebrard y la enorme proyección que supuso la titularidad de la Secretaría de Gobierno para Adán Augusto, dieron la sensación de que alguno de ellos podría disputarle la candidatura a Sheinbaum, la ventaja con la que arrancó la ex Jefa de Gobierno, hicieron que esta última nunca perdiera el primer lugar en las preferencias de las encuestas preliminares; algo que sin duda repercutió en las intenciones de la ciudadanía.
En conclusión, aunque existió la intención de democratizar el proceso interno de la 4T, las preferencias personales de AMLO y los intereses de los dirigentes morenistas, terminaron por significar una diferencia sustancial en favor de Sheinbaum, quien apunta a llevarse una holgada victoria en la encuesta del oficialismo.