Sin ser expertos en el tema, queremos dejar testimonio de la importancia de la cultura tolteca, en la Cañada sitio contiguo al área semi rescatada en Huapalcalco.
Muy poco es lo que se ha citado sobre este tema, fueron los reporteros Elena Soto García y Abraham Ascencio quienes han obtenido en la década pasada información sobre el área de la cañada y han mencionado un cerrito que se llamaba el cerro del Pizarrín, que actualmente se conoce como las minas del Pizarrín, su información junto a la riqueza arqueológica del lugar se guardó.
“Tiene 2260 metros al nivel del mar…se han encontrado asentamientos de hace 2000 años en el lugar vasijas, piezas con pintura zoomorfas así como pisos y paredones pintados, que desgraciadamente se han perdido por la colonización de la zona habitacional ahora llamada la cañada…” Elena Soto García
Él cerro del pizarrín era una loma alargadita parecida a una edificación prehispánica, una gran plataforma que estaba al frente a la actual colonia la Cañada y que parecía contemplar persistentemente a la ciudad de Tulancingo
Para algunos habitantes de Tulancingo que lo vivieron, lo conocieron, y caminaron por el lugar en la época de los años 80s, les parece que el cerro del pizarrín era un cerro de piedra pómez, grava y nada màs; para quienes tuvimos la oportunidad de contemplar este sitio cotidianamente en los años 50s y 60s, podemos decir que el pizarrín era algo màs que un cerro o un montículo.
Lo anterior coincide con el salvamento arqueológico que hizo en diferentes predios de la Cañada, el arqueólogo Ricardo Martínez Magaña a unos pasos de la mina, dentro del patio de una casa en donde encontraron restos de una construcción de piedra lo que fue un “palacio tolteca” según Martínez Magaña y que lo confirmara el doctor en antropología Mateo Walrrath y quien tomo las únicas imágenes, después del reconocimiento de los vestigios; el INAH dio los permisos correspondientes para que el material hallado fuera destruido por los propietarios de los predios y sobre estos se construyera libremente, posteriormente se guardó un silencio total al respecto.
El salvamento arqueológico fue solicitado en octubre de 1994, por el entonces presidente municipal Alberto Aranda del Villar de Tulancingo con el propósito de legalizar propiedades en la Cañada, Lomas del Progreso y las Arboledas. En este año fueron destruidos totalmente los antiguos talleres de obsidiana en la Cañada. De la etapa tolteca en Hupalcalco se tiene poca información no así de la etapa Teotihuacana en Huapalcalco. Dejamos a ustedes amables lectores, las imágenes de los restos de un palacio tolteca en el área del Pizarrín.