Pachuca.- Considera la activista Ana Lara que mientras las autoridades gubernamentales mantengan la etiqueta de “enemigas”, a las organizaciones sociales no podrá darse un avance en políticas públicas que beneficien a las mujeres.
Tras el 8 de marzo donde se dio una manifestación multitudinaria, Ana Lara quien encabeza la organización Colectiva de Mujeres contra la violencia, consideró la importancia de qué estas manifestaciones cada vez sean más nutridas ya que ello, muestra la inconformidad de las mujeres y que estas ya no están dispuestas a callar el maltrato que sufren.
Sin embargo, dijo que es necesario también dar un paso adelante y que las exigencias se materialicen, algunas organizaciones señaló han buscado por todos los medios que las demandas de las mujeres no sólo el 8 de marzo, sino todos los días pueden ser respondidas por las autoridades.
Sin embargo dijo que lamentablemente las activistas no tienen en sus manos el poder de decisión y son las autoridades las que deben materializar estas exigencias, sin embargo es recurrente que se le cite a mesas de diálogo y de propuestas, las cuales llevan las organizaciones pero en la realidad no se logran concretar.
Precisó que el empantanamiento de esto se debe a que las autoridades gubernamentales de todos los niveles, consideran a las organizaciones civiles como las enemigas públicas número uno, lo cual es totalmente equivocado ya que se trata de aliadas y de organizaciones que proponen directamente de la sociedad, las necesidades que viven las mujeres.
Lamentó que en muchos casos el gobierno no tome en cuenta las opiniones de la sociedad civil hidalguense y por el contrario contratan organizaciones civiles de fuera, que cuestan mucho dinero al erario, además de qué estas no tienen el enfoque que requieren las hidalguenses.
Refirió que debe haber una mayor apertura para que pueda traducirse en hechos, lo que se pide en las marchas y esto debe ser a partir de la voluntad de las organizaciones gubernamentales