Para que en las comunicaciones oficiales se prohíba a los servidores públicos de los tres órdenes de gobierno, el uso de anglicismos y/o cualquier extranjerismo, la diputada del Partido Verde Ecologista de México, Ciria Yamile Salomón Durán, propuso que se realicen reformas al artículo 5º de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.
Indicó que de esta forma se busca proteger la riqueza lingüística y cultural de la nación mexicana.
La ecologista hidalguense afirmó que el uso excesivo de anglicismos en la comunicación oficial, puede ser interpretado como una muestra de desvinculación cultural y falta de compromiso con la propia lengua.
Manifestó que al adoptar indiscriminadamente términos en inglés, se corre el riesgo de diluir la expresión excepcional de las lenguas nacionales y se debilita su identidad cultural.
En este sentido, Salomón Durán afirmó que las autoridades tienen la responsabilidad de ser guardianes de la cultura y la identidad.
Y es que consideró que el abuso de anglicismos, puede percibirse como una rendición cultural ante el dominio del idioma inglés, lo que genera inquietudes sobre la protección y promoción de las lenguas indígenas nacionales y el español.
La diputada Ciria Yamile comentó que uno de los fenómenos culturales que surgieron con la globalización es la denominada anglomanía, tendencia o inclinación excesiva hacia las cosas, costumbres o influencias del mundo anglosajón en general.
Subrayó que este fenómeno implica una admiración o imitación de lo anglosajón y particularmente de su idioma.
Indicó que su sobreutilización genera dificultades de comprensión, para aquellos que no dominan el inglés. Esto puede afectar la comunicación efectiva y crear barreras lingüísticas innecesarias; además, contribuye a la pérdida de la riqueza léxica y la singularidad de las lenguas indígenas nacionales y el español.
“El idioma es un patrimonio inmaterial único, que contribuye a forjar nuestra identidad y cultura; por lo tanto, cuidar el idioma significa salvaguardar la historia y la tradición”, expresó la legisladora.
Señaló que la introducción constante de términos en inglés en la esfera gubernamental, puede excluir a una parte de la población que no está familiarizada con dichos términos, lo cual crea una brecha entre autoridades y ciudadanos, además de que socava la transparencia y la accesibilidad del gobierno.