Exigen trabajadores de Salud judicializar carpetas vs líder sindical Sonia Ocampo

Trabajadores del sector Salud se manifestaron en la Procuraduría de Justicia, para exigir que se judicialicen las denuncias en contra de la líder sindical Sonia Ocampo, por diversas anomalías entre ellas, el fraude realizado a través de financieras.
Los empleados de Salud exigieron que se actúe en contra de la dirigente sindical, ya que son más de cuatro mil trabajadores los que han sido afectados por los préstamos que ofreció el sindicato, a través de diversas casas financieras que les triplicaron los préstamos a través de los interés.
Acusaron que además de los montos inflados, también se les descontaba más del 80 o hasta el 90 por ciento de su salario, por lo que a empleados que ganan siete mil pesos, solo cobran 700 pesos, mientras que legalmente no se les puede descontar más de 30 por ciento.
Sin embargo dijeron que se dio esta anomalía por convenio con Sonia Ocampo, ya que por cada cobro de intereses, las financieras le dan un “moche’del dos por ciento.
Entre las anomalías también destaca la falsificación de firmas que se realizaron a los expedientes, por lo que exigieron que el encargado del despacho judicialice las carpetas en contra de su dirigente.
Con mantas en las que se exige al titular de la Procuraduría Francisco Fernández Hasbun, actuar en contra de la líder sindical, los trabajadores exigieron justicia, por lo que llamaron robo de sus salarios.
“Ya basta de tanta corrupción en los servicios de salud de Hidalgo. Señor gobernador, los trabajadores de la salud. También somos pueblo”.
Acusaron que durante 15 años, Sonia Ocampo ha manejado el sindicato, donde se ha cometido una serie de arbitrariedades y persecución en contra de los trabajadores de este sector, por lo que es necesario la judicialización de las carpetas.
“no es posible que se nos siga quitando el salario y los trabajadores, solo recibamos 500 o 700 pesos a las quincena”, acusaron.
Entre las financieras señaladas está Etessa, Paguitos así como Credifácil, quienes depositaron el moche a las cuentas personales de Sonoa Ocampo, mientras que a los trabajadores sólo les descontaban casi la totalidad de su salario.