Esta semana se anunció el inicio del proceso de federalización para transferir la atención de salud en Hidalgo hacia IMSS-Bienestar.
El propósito de este proceso, es reconfigurar el sistema de salud para garantizar el acceso a servicios para todas las personas, que hoy no cuentan con la protección de algún sistema de seguridad social. Pero que además servirá inversión en infraestructura, equipamiento, abasto de medicamentos y contratación de personal, así como la creación de sólidas redes integradas de servicios entre los diferentes niveles de atención.
Este modelo aglutina un esquema de cuidados integrales, recursos, herramientas, estrategias, procesos y procedimientos para otorgar cobertura universal con oportunidad, continuidad, calidad y seguridad.
El antecedente para esta estrategia, se dio a conocer en el mes de enero, cuando se llevó a cabo el levantamiento del diagnóstico de las 557 unidades que integran los servicios de salud en la entidad, a fin de contar con un análisis sobre la inversión en infraestructura y equipamiento, así como del personal médico y de enfermería que se requiere para su operación.
Como parte de la estrategia IMSS-Bienestar, este programa ya se ha implementado en Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas, San Luis Potosí y Veracruz que se han sumado de manera voluntaria a la federalización de los sistemas de salud.
En cuanto a los contratos laborales, las y los trabajadores de las entidades continuarán recibiendo sus prestaciones sociales y médicas en la institución original a la que estaban adscritos (ya sea el ISSSTE, el IMSS o sistema estatal).Se trata de un cambio de largo aliento, que servirá para mejorar la atención de salud, aunque sin duda impondrá nuevos retos para el Gobierno Local, que mantendrá la rectoría de la salubridad en la entidad.