Tras ser absuelto por el Tribunal de Enjuiciamiento de culpabilidad en el homicidio de Gerardo Sosa Cravioto, Fernando Ríos Maqueda adelantó que buscará la reparación del daño y proceder contra quien sea responsable de la fabricación de su caso, por el cual permaneció preso más de dos años y un mes.
En su fallo emitido la madrugada de ayer, los jueces señalaron que el Ministerio Público faltó a su promesa de demostrar, más allá de toda duda razonable, la culpabilidad de Fernando en la muerte del hijo de Gerardo Sosa Castelán, pues no presentó pruebas que constituyeran elementos válidos, como el retrato hablado del presunto, el dictamen de balística, el cateo, el peritaje psicológico y la tesis de que el móvil del caso fue por venganza.
“Hoy en la mañana que estuvimos con mi defensa, analizamos la posibilidad de tomar cartas en el asunto, ya que también la sentencia, el fallo, el dictado de sentencia, nos va a indicar bastantes cosas (…) y buscar la reparación del daño”, expuso en entrevista horas después de haber obtenido su libertad.
Dijo que el Ministerio Público, bajo la dirección del exprocurador Raúl Arroyo González, fabricó un delito en su contra: el del asesinato de quien fuera su amigo y para cuya familia, trabajo en el racho Yemilia hasta semanas antes del hecho delictivo ocurrido el 23 de febrero de 2019.
“Nunca debí de haber estado donde estuve”, dijo.
El exculpado estuvo recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca del 23 de febrero de 2020 hasta ayer.
El extrabajador de la hacienda de Sosa Castelán, ubicada en Acaxochitlán, mencionó que la fabricación de su caso fue “por intereses”, pero dijo no sabes por qué, por quién ni para qué.
Ríos Maqueda consideró que la campaña “Fer no lo mató” y el seguimiento que dieron medios de comunicación a su caso, le permitieron abrir puertas “importantes”

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