La Fiesta de la Música, tal como lo dice el nombre, es una celebración mundialmente conocida, que se lleva a cabo el 21 de junio para dar inicio a disfrutar del verano. Se basa en múltiples conciertos y performances totalmente gratuitos, que se pueden encontrar en cada esquina alrededor de toda la ciudad luz.
Son todas las explanadas y plazas públicas tales como Place de la République, Montmartre y alrededor del río Sena, llenas de música y bailes. Allí se montan escenarios para dar lugar a grandes artistas, artistas independientes o aficionados de la música, con un ambiente de convivencia y pleno de energía en todos los alrededores.
Mi primera fiesta fue en el 2019. Ese día tuve que trabajar y aunque la noche era corta, mi actitud era alta. Salí a disfrutar junto a un compañero de trabajo y sus amigos por las calles del centro de Paris.
Entonces nos topamos en primer lugar con una coreografía en el restaurante asiático vecino, después nos adentramos hacia los callejones de Les Halles, dónde escuchamos a mucha gente cantar. Nosotros seguimos hasta llegar al famoso Le Raidd Bar. Este bar es conocido, entre muchas cosas, por sus duchas en la parte delantera, usadas para el show de verano y porque los meseros son salidos directamente de una agencia de modelos. Es una parada obligatoria a visitar para la comunidad LGBT y, dónde esa noche disfrutamos incansablemente por su música en vivo y ambiente.
La segunda fiesta, en el 2020, fue totalmente diferente pero divertida. Ese día por la mañana acompañé a mi amiga artista que exponía su trabajo en una tienda afrolatina (deben ver su trabajo es increíble @lianapez_art) y después nos reuniríamos con sus amigos en el Canal de Saint-Martin.
Para nuestra suerte el clima estuvo lluvioso y aunque eso no fue impedimento y menos en Paris, algunos escenarios dejaron de tocar. Hicimos un pequeño pique-nique, bailamos un poco al ritmo de la lluvia e hicimos FaceTime con mi familia.
También me encontré con viejos conocidos, como el Dj Viktorino y uno que otro compañero de mis clases de francés, que después de haber pasado varios meses en confinamiento, fue grato volverlos a ver. Mi noche acabo con una balada en bicicleta, con un par de cervezas bailando junto a un grupo de percusionistas africanos abajo del Pont Neuf. Una noche bohemia y divertida.
En este año 2021, a pesar de la pandemia pero gracias al porcentaje de población que ha accedido a la vacuna, pudo celebrarse la “Fête de la Musique” en diferentes ciudades francesas con ciertas normas sanitarias.
Sólo los establecimientos de restauración y algunas galerías tuvieron permiso de ambientar con música sus negocios y sus calles. La gente disfrutó entonces de un aperitivo o cena acompañada de buena música.
Las cosas acabaron temprano, pues aún sigue el toque de queda en los establecimientos, pero sin duda se pudo disfrutar de esta celebración icónica francesa. Además, justo este día cumple años una gran amiga y como fue en Paris donde nos conocimos, le molesto siempre diciéndole que la gran celebración es por ellar ¡Felicidades Gaby