La fobia es el miedo paralizador a algo. Todos y todas experimentamos o hemos experimentado algún miedo hacia algo, ya sea mínimo o paralizante; existen también, aunque no lo creas: fobias sexuales; un intenso miedo que siente una persona ante otras sexualmente significativas, situaciones sexualizadas, el acto sexual en sí mismo o sus sustitutos. Hay una diferencia entre una fobia y una disfunción: esta radica en que, en las disfunciones la persona desea conscientemente el encuentro sexual; mientras que en las fobias la persona evita a toda costa estos encuentros.
Las manifestaciones ante la fobia son un estado de ansiedad y angustia; manifestadas por sudoraciones, taquicardia, ahogo, transpiración y temblores. Estos estados de ansiedad y angustia limitan la vida y la sexualidad, a un nivel personal y de pareja de quien padece fobia; en casos mas graves le impiden a la persona experimentar el contacto con otr@s; en casos donde la fobia no es tan grave generalmente conlleva a experimentar actividades sexuales insatisfactorias y por tanto frustración.
Las diferentes fobias sexuales que se pueden experimentar son:
- Fobia a los propios órganos sexuales; este miedo puede ser al contacto tanto como a la mirada.
- Fobia a las secreciones durante el coito; ya sea a la lubricación, al semen, a la sangre menstrual, sudoración y hasta la saliva
- Fobia a los olores sexuales; son personas que tienden a ducharse antes y después del coito.
- Fobia al sexo bucogenital; presentan una sensación se asco y tienen presentes excusas como “eso no es lo que dios manda”.
- Fobia al beso profundo; manifiestan asco y/o terror a ahogarse con la lengua de otr@
- Fobia a la penetración; ya sea en una relación homosexual o heterosexual, estas personas pueden mantener relaciones afectivas pero postergan la penetración lo más posible; el conocido “consumación de matrimonio”.
- Fobia al orgasmo; miedo extremo a esta pérdida de control
- Fobia a las infecciones de transmisión sexual; las personas que sufren esta fobia incluso pueden presentar hipocondría
- Fobia al compromiso afectivo; a estas personas se les dificulta enamorarse o sentirse comprometidos.
Existen las personas que no tienen encuentros sexuales porque en verdad sienten un miedo incontrolable. Y están las otras personas que a pesar del miedo al encuentro sexual sea cual sea la razón, y se pueden describir tres grupos de personas: los primeros, evitan lo más que pueden la relación sexual, pero acceden a hacerlo por presión, consiguiendo el posterior placer sexual hasta llegar al orgasmo; es decir les da miedo, pero se atreven a hacerlo. El segundo grupo, son aquellas personas que experimentan mayor ansiedad, no logran experimentar sensaciones eróticas, pero se pueden sentir cómodas durante el acto sexual; es decir saben que van a obtener placer a pesar de la fobia. Y el tercer grupo de personas, se sienten desbordados por la angustia y la aversión, accediendo al acto sexual con la idea de que el martirio terminara rápidamente o bien rechazando el mismo.
En algún momento del inicio de la vida sexual activa pueden presentarse estas fobias; sin embargo, la mayoría de las personas pueden superar por sí mismas estos miedos. Una buena educación de la sexualidad desde la infancia, una conciencia crítica hacia los preceptos religiosos, familiares y sociales; y la confrontación a estas situaciones; hacen que la mayoría de las personas pase de un estado de miedo, ansiedad y angustia; a una sensación de placer. El placer se antepone al miedo. Sin embargo, algunas pueden presentar serias dificultades para controlar o perder este miedo al encuentro sexual; y es cuando tienen que considerar ser atendidos por un profesional.
En cualquier forma, en todos los casos donde la satisfacción sexual no esté presente, o la sexualidad no se viva plenamente es necesario acudir con un especialista (sexolog@) para que éste te ayude a revisar tus miedos.