Hemos visto una de las elecciones más controversiales que ha tenido el país vecino de Venezuela, misma que el partido oficialista ha sido señalado como ganador por el propio gobierno, mientras que organismos internacionales, manifestantes y la oposición, han señalado un fraude electoral que implica una victoria arrasadora para la oposición.
En primer punto, parece importante resaltar lo que pudiera llamarse como fraude electoral, no implica solamente aquello que suceda el día de la elección, durante el conteo y la emisión de resultados del mismo, sino también los días anteriores incluso al inicio de las campañas políticas.
En consecuencia, hay que recordar que previo al inicio de las campañas políticas, las figuras más importantes y populares de la oposición, fueron perseguidas e incluso se les impidió participar en estas elecciones.
En segundo punto, fue denunciado y existen bastantes pruebas, de que hubo no solo impedimentos, sino que el propio gobierno cerró e incluso dificultó la movilidad de los propios candidatos y candidatas de la oposición y boicoteo en diversos lugares y momentos, los mítines políticos de la oposición.
Ahora bien, por cuanto hace al momento de votación, el primer punto que debe extrañar y que debe ser una alerta tremenda a cualquier democracia, es el impedimento para que votaran los venezolanos que se encontraban en el extranjero.
Igualmente, la imposibilidad que existió de que observadores internacionales y cuantas personas quisieran, pudieran observar y ser partícipes de una democracia, puesto que una nación democrática no solamente no teme, sino que invita a observar a las personas de su propia democracia.
Finalmente, el tema de las actas electorales ha sido uno de los principales señalamientos puesto que, el propio gobierno se ha negado a presentar las sábanas que contienen la veracidad de la votación.
No obstante, las actas presentadas por la oposición, acreditan una contundente ventaja a favor de la oposición y una derrota sin precedentes hacia el oficialismo. Todo esto si puede llevar a solicitar no solamente una declaración de fraude sino la existencia de observadores internacionales.
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