Aprovechando que tenemos presente esta inusual Copa del Mundo de la FIFA en el mes de noviembre, en este texto les contaré de uno de mis días más futboleros en el territorio francés.
En términos generales, cada domingo entre amigos nos reuníamos a tomar el “brunch”, que aquí en México sería como un desayuno tardío o una comida temprana de la mezcla del desayuno y el almuerzo. La verdad es un poco complicado el intentar darle una traducción específica, pero normalmente iniciábamos a las 11 de la mañana, así que ustedes podrán traducirlo a lo que más se le asemeje.
Nos reuníamos en el 13éme arrondissement, en un tipo barco-restaurante llamado “La Barge du Crous”. Este lugar era popular entre los estudiantes por el menú variado y accesible, además de ser pintoresco en el verano y estar cerca de la “Bibliothèque François-Mitterrand”.
A este paraje yo llegué por la invitación de mis amigos del trabajo; en ese momento Juan estudiaba su maestría y fue él quien propuso el sitio. Pero bueno, ¿a qué voy con todo esto?, qué muchas veces por horarios de trabajo o escuela, no teníamos tantas oportunidades de coincidir y disfrutar de la vie parisienne juntos. ¡Así que benditos franceses por no trabajar jamás en domingo!
Entonces aprovechábamos cada domingo para convivir con los amigos, las parejas de los amigos y amigos de los amigos. Y haciendo referencia a uno de nuestros grupos más populares de la red social de Facebook en cuanto a información y noticias en el extranjero llamado “Mexicanos en París”, nuestros días de “brunch” los denominamos “Mexicanos en domingo”.
Un día de “Mexicanos en domingo”, fuimos a almorzar tantos que llegamos a reunirnos más de diez personas en las mesas, curioso para las mesitas en Francia, donde solo caben dos. Entonces ya se imaginarán lo que hacíamos, porque sí, somos mexicanos y nos encanta juntar las mesas; pero es lindo. De hecho, es sabido que entre mexicanos, amigos y/o paisanos nos apoyamos mucho y más estando en el extranjero, por lo que estas reuniones se volvieron internacionales, atrayendo no solo a los locales franceses sino a los amigos de otras culturas.
Y así se armó la jugada del futbol. Fue después del “brunch”, dónde decidimos bajar la comida en una mini-rodada en bicicleta cruzando la ciudad desde el distrito 13, hasta llegar a la explanada de “Los inválidos”, lugar lleno de “pique-niques” y reuniones de amigos por excelencia.
El partido inicio así: el equipo mexicano representado por Juan, Iván y Jorge contra el equipo de los internacionales conformado por Pierre (francés), Ryan (canadiense) y un chico colombiano. El equipo motivacional de porristas lo conformábamos únicamente Fanny (francesa) y yo, porque las demás amigas artistas, se había ido a una exposición de arte o algo así.
El partido estuvo buenísimo, tanto que algunos franceses a nuestro alrededor se acercaron a apreciar el juego y después armar la reta.
El tiempo se pasó rápido y creo quedaron empatados. Realmente fue uno de mis “Mexicanos en domingo” favoritos. Después, cuando logré publicar en Instagram un fragmento del día dónde los chicos estaban jugando futbol, muchos contactos se mostraron interesados y estaban apuntadísimos para la próxima que volvieran a jugarr Empezaré a armar mi torneo…

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