El retiro de lirio de la presa La Esperanza y las lluvias abundantes que se registraron el año pasado, permiten a los productores agrícolas de la región, tener condiciones óptimas para el riego de sus diferentes parcelas.
De las presas que están en el Valle de Tulancingo, solo La Esperanza, es de uso de riego, mientras que las ubicadas en La Lagunilla, Ahuehuetitla y Los Álamos, su principal objetivo es la alimentación permanente del acuífero, por eso se trabajó en el desazolve de ellas hace unos años.
“La presa La Esperanza, nos otorga muchos beneficios, pero uno de los principales, es que vamos a tener agua para la siembra de alfalfa y maíz, básicamente. Con la densidad que tenía el lirio, se evapotranspiraba el volumen de agua, equivalente al riego que ocupamos en toda una hectárea”, comentó Ricardo Hernández Pérez, presidente de la Unión de Ejidos del Estado de Hidalgo.
Agregó que en años atrás, con un mes de sol, por ejemplo, del 15 de febrero al 15 de marzo, ya se había consumido un buen volumen de agua por la evapotranspiración y los usuarios se andaban peleando el agua para el riego.
Aseguró que hoy está demostrado que eso ha cambiado, porque hemos regado y a los 10 o 13 días la presa La Esperanza recupera el volumen que se utilizó con las descargas de la parte de Cuautepec.
“El siguiente paso, es que Cuautepec haga lo propio e instale su planta de tratamiento de aguas residuales y que la sigan descargando en la presa pero ya tratadas, no crudas”, señaló Ricardo Hernández.
Respecto a la planta tratadora, comentó que solo en una ocasión se le ha planteado al presidente Manuel Fermín Rivera Peralta, y en ese momento sí mostró disponibilidad, sin embargo, entiende que una planta tratadora requiere de la participación del gobierno federal, por lo que espera que en este cuarto año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, decida invertir el dinero en el campo, que es donde se necesita, no en otras actividades