Hace unos días los partidos políticos coaligados en Hidalgo (PAN, PRI y PRD), iniciaron procesos sancionadores contra varios funcionarios públicos. Según los agraviados, las personas ahora señaladas realizan proselitismo a favor de una opción política en días y horas laborales.
Esa actitud, que el PRI promovió siempre ahora les incomoda y les resulta ventajosa. Hay que recordar que en tiempos electorales, los funcionarios de primer nivel del gobierno local, recibían el encargo de hacer trabajo político en algún distrito o municipio.
Era público que eso ocurría pero sobre todo que se trataba de una misión que exigía tiempo completo. Porque del resultado dependía en buena medida su permanencia en el trabajo y su proyecto político personal.
Derivado de esos excesos, se legisló sobre la materia. Ahora, un funcionario público no puede ni debe tener un papel protagónico en las campañas electorales. Si desea hacerlo debe de pedir licencia, separarse del cargo o renunciar.
A primera vista parece que este criterio es justo y equitativo; no obstante, es limitativo porque se privilegia el cargo antes que la categoría de ciudadano. En pura lógica, la ecuación debería ser inversa. Es decir, una persona no debería de “perder su ciudadanía” por desempeñar un cargo de elección popular o tener una responsabilidad en el gabinete.
Pero también es cierto que alguien que tiene aquella representación no es “cualquier ciudadano”. Su nivel de información, influencia y los recursos públicos que manejan, se pueden convertir en una situación de ventaja. Lo anterior, vulnerando uno de los principios de la contienda electoral: la equidad.
De tal manera que vale la pena discutir a fondo esta encrucijada. Hoy, en las leyes electorales, se establece que todos debemos de ejercer nuestra ciudadanía a plenitud, pero hay quienes deber limitarse en situaciones específicas.
El primer criterio que debe de tomarse en cuenta, es que un funcionario público no debe hacer proselitismo en horarios laborales. Eso es claro, pero que ocurre con los fines de semana ¿Los días de descanso pueden acudir a eventos políticos?
Según la jurisprudencia, el funcionario no puede desprenderse de su cargo como si se tratara de quitar una chamarra y ponerse otra. Lo anterior, implica una responsabilidad de tiempo completo y por tanto, aun siendo días festivos, no laborables, fuera de horario, etc.; aquellos no deben de participar haciendo campaña para nadie.
Vaya embrollo porque los que más hacen política ahora deben estar lejos de los reflectores. Es decir, los diputados, funcionarios de gobierno, presidentes municipales, regidores, síndicos, entre otros, lo que buscan es alimentar su capital político y un terreno fértil para hacerlo son las campañas electorales.
El punto es, sin embargo, que pueden ser sancionados como pretenden hacer el PRI, PAN y PRD, con funcionarios que llevan el sello de Morena. Si aplicamos este criterio a raja tabla, existe la seria preocupación que las oficinas públicas se queden vacías.
Lo anterior porque es bien sabido que muchos funcionarios hacen caso omiso a lo vertido con anterioridad. Apuestan su capital político en las campañas y están dispuestos a jugarse el todo por el todo. Como buenos jugadores de póker apuesto mucho para ganar mucho.
@2010_enrique