A XV años de que surgiera la agrupación Servicios de Inclusión Integral (Seiinac), el director ejecutivo Rafael Castelán señaló que se ha dado un cambio en las relaciones de las organizaciones de la sociedad civil con el poder y derivado de esto, se cuenta con muy pocos organismos críticos.
Precisó que “aquí en el Estado de Hidalgo vemos muy reducido el número de organizaciones de la sociedad civil que trabajan desde una perspectiva de derechos humanos y más aún, todavía es más reducido el número de organizaciones que hacen frente o más bien generan una posición crítica a los discursos oficiales“.
Indicó que con el gobierno federal, la mayor parte de asociaciones que vivían del presupuesto gubernamental, desaparecieron luego de que se dieron modificaciones en este sentido. Algunas se unieron a partidos políticos y otras directamente a funcionarios.
En este sentido dijo que el movimiento social se encuentra reducido, además que con la llegada de un gobierno de izquierda, se dificulta la realización de críticas, sobre todo si estas son abrazadas por un partido distinto al del poder y esto pone en una disyuntiva a estas organizaciones, que tampoco podrían comulgar con estos institutos políticos.
En el caso de quienes lograron sobrevivir a la embestida del gobierno federal, el financiamiento con el que cuentan es o bien para proyectos de temas asistenciales o para mejorar y fortalecer las obligaciones del Estado.
Sin embargo, prácticamente estas financieras dijo definen rutas, temas e incluso metodologías y limita la autonomía de las organizaciones de la sociedad civil.

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