Desde hace décadas el estado de Hidalgo se quedó rezagado de los proyectos de desarrollo de la zona centro; entidades como Querétaro y Puebla, por ejemplo, incrementaron su actividad económica mientras que aquí nos quedamos al margen de ese crecimiento.
Una de las posibles explicaciones tiene que ver con la conformación de los grupos políticos que gobernaron durante años. En los casos citados conocieron la alternancia política en la década de los noventa mientras que en Hidalgo apenas hace dos años tuvimos un giro en la distribución del poder.
Esos cambios políticos se relacionan con la economía local porque parecía que a los políticos tradicionales les convenía vivir en el sosiego para no permitir alteración alguna en el estatus quo lo cual les garantizaba la permanencia en el gobierno.
Incluso, iré más lejos, los grandes negocios los hacían ellos mismos (los políticos) lo cual no permitía que se consolidaran grupos empresariales de peso que pudieran crecer y generar mejores oportunidades.
Pero al parecer eso va a cambiar, al menos eso se puede deducir por los proyectos que la presidenta Claudia Sheinbaum anunció desde hace unos días y el domingo pasado refrendó con su visita a Tizayuca.
En el municipio fronterizo con el estado de México se dio el banderazo de inicio de la obra que contempla la construcción de un tren de pasajeros que saldría de Pachuca para llegar al AIFA y de ahí continuar a la CDMX.
Con ello, se hará más fluido el tránsito en la zona metropolitana que en este momento colapsa la entrada a la capital del país por la cantidad de vehículos que ingresan todos los días provenientes de Hidalgo y Estado de México.
No solo eso, permitirá conectividad con el aeropuerto que sumado con el proyecto de construcción de miles de viviendas en sus inmediaciones ayudará a consolidar la zona metropolitana como polo de desarrollo económico e industrial.
Aunado a lo anterior, vendrá una ampliación de la carretera a la CDMX y otros proyectos en la zona de Tula para mejorar su actual estado que lo sitúa como una de las ciudades más contaminadas del mundo.
Estos proyectos podrían ser la base para que Hidalgo por fin rompa esa brecha entre sus vecinos y pueda ser considerado un nuevo eje de inversión nacional e internacional por su ubicación geográfica y conectividad.
Con ello se estaría rompiendo la inercia de varios años donde el crecimiento de nuestra economía era tan limitado que dependíamos del presupuesto de la federación para solventar lo más elemental sin dejar margen a proyectos como los antes citados.
No creo que sea casual que desde que el PRI fue perdiendo presencia en la entidad al mismo tiempo llegaran las inversiones y los capitales para impulsar el mercado local. Ojalá que esta inercia ya no se detenga porque ya le tocaba a Hidalgo estar en dentro de las prioridades nacionales.