La hieloterapia en casa, es una técnica que desde hace mucho tiempo ha sido utilizada en su mayoría como antiinflamatorio muscular, pero, eso no es todo, ya que hoy en día las terapias con hielo son utilizadas con fines estéticos, reductivos, desinflamantes y desintoxicantes para el cuidado facial y corporal.
Por ejemplo: después de una rutina de ejercicios o entrenamiento fuerte, sumergirse en hielo ayuda a restablecer tendones, músculos, huesos y hasta nervios, mejorando y activando la circulación sanguínea ayudando a descender la temperatura corporal, actuando como vasoconstrictor.
Eso sí, un punto importante para tener presente para aplicar hieloterapia casera es controlar tiempo de exposición al hielo o agua helada, esto para cuidar de no tener efectos adversos, como quemaduras en la piel.
Sobre todo en casos en donde se requiera aplicar el hielo para disminuir ojeras, ojos hinchados o activar la circulación del rostro ya que la piel de esta zona es muy delicada, para ello con dos minutos de masaje es suficiente.
Ahora bien, del mismo modo puede funcionar como terapia al frío, las bolsas de té o de manzanilla colocadas con anterioridad en el refrigerador, para luego aplicarlas sobre los parpados por varios minutos para desinflamar esta área, actuando como un remedio infalible.
El uso frecuente de esta tipo de técnicas evita la aparición de arrugas y colgamiento de la piel, especialmente en zonas como el mentón y la papada.
Se pueden preparar unos hielos especiales para masajear el rostro combinando agua con unas gotas de aceite esencial de lavanda o de árbol del té, esto garantizará una mayor penetración y limpieza de la dermis.
La acción de la hieloterapia casera se extiende también en zonas como abdomen y piernas, evitando la acumulación de grasa y disminuyendo la apariencia de celulitis, en este caso particularmente hay que colocar compresas frías en las áreas de mayor flacidez, esto durante quince minutos.
Para preparar las compresas, se requiere de algunas vendas que previamente se habrán de sumergir en un poco de agua con quince a veinte gotas de aceite esencial de lavanda o menta y posteriormente dejarlas en el congelador durante dos horas.
Para los pies cansados o hinchados, sumergirlos por diez minutos en una bandeja de agua fría con cubos de hielo, esto hará que mejore la circulación.
Finalmente para las personas con cardiopatía; hipotiroidismo o problemas vasculares, es mejor evitar este tipo de remedios, es por Salud y Más… hasta la próxim@.