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Sin embargo es común que después de viajar y asistir a balnearios, playas y hasta por el cambio de clima; sufras de lo que se conoce como cistitis.
La infección de orina está provocada por la invasión de microorganismos en el tracto urinario. Puede producirse por dos vías diferentes: por el extremo inferior de las vías urinarias (abertura en la punta del pene o de la uretra, según se trate de un hombre o de una mujer), que es el caso más frecuente; o bien a través del flujo sanguíneo, en cuyo caso la infección afecta directamente a los riñones.
La cistitis es causada por microbios, por lo regular bacterias. Estos microorganismos ingresan a la uretra y luego a la vejiga y pueden causar una infección.
La mayoría de las veces, el cuerpo puede deshacerse de estas bacterias cuando orinamos; sin embargo, las bacterias pueden adherirse a la pared de la uretra o la vejiga o multiplicarse tan rápido que algunas de ellas permanecen en la vejiga.
Causas
La causa más frecuente en los varones, de infecciones a repetición, es una infección bacteriana persistente en la próstata.
Las mujeres tienden a contraer infecciones con más frecuencia que los hombres. Esto sucede debido a que su uretra es más corta y está más cercana al ano. Después de una relación sexual, probablemente porque la uretra ha sufrido contusiones durante la misma.
En época de calor suelen aumentar los casos de cistitis debido a la sudoración y los baños en albercas públicas y playas porque favorecen la humedad de la zona pélvica lo que facilita la proliferación de microorganismos.
El cuadro clínico de la cistitis puede variar en función de la zona en la que se presente la infección. Estos son los síntomas más comunes de la infección de orina:
• Necesidad urgente y frecuente de orinar.
• Picazón o quemazón en la uretra al orinar.
• Enrojecimiento de la vulva y picor vaginal (en las mujeres).
• Dolor al orinar y en las relaciones sexuales.
• Color turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina.
• Aparición de sangre en la orina.
• Fiebre y escalofríos (la fiebre puede significar que la infección ha alcanzado los riñones).
• Vómitos y náuseas.
• Dolor en el costado o espalda (indica infección en los riñones).
• A menudo, las mujeres sienten una ligera presión por encima del hueso púbico y muchos hombres sienten una dilatación del recto.
• Estar más irritable de lo normal.
Debemos tomar las debidas precauciones para evitar la infección. Orinar después de la relación sexual, tener higiene de los órganos sexuales y zona pélvica, usar ropa interior cómoda y de algodón, tomar suficiente agua, bañarse inmediatamente después de estar en albercas y playa.
Esta infección es común y cuando comienza los síntomas son leves, pero se debe prestar atención a estos primeros síntomas y acudir al médico para que recete al tratamiento adecuado.
Este tipo de infecciones afectan tu actividad sexual, ya que al no ser atendidas oportunamente causa dolor a la penetración y desencadenan hasta problemas en tu relación de pareja. De allí la importancia de siempre estar al pendiente y cuidado de tu salud.