Durante casi cinco años la presa La Esperanza permaneció totalmente cubierta de lirio, pero esta semana comenzaron los trabajos para triturarlo y dejar al descubierto el espejo de agua, lo cual podría ser el inicio de un proyecto integral que suministre de agua potable a los habitantes del Valle de Tulancingo.
Ricardo Hernández Pérez, presidente de la asociación civil Usuarios Módulo Uno Aguas Blancas del Distrito de Riego Tulancingo, comentó que la invasión del lirio les representa una pérdida diaria, equivalente al volumen que se ocupa para regar una hectárea, situación que los llevó a concretar estas acciones.
Explicó que la trituración se realiza con dos máquinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), las cuales darán varios recorridos en toda la presa para aminorar la densidad de la planta, de tal modo que se deshidrate y caiga al fondo.
“La intención de estos trabajos, es dejar el cuerpo de agua completamente libre de lirio, posteriormente se harán trabajos preventivos que correrán a cargo de nosotros, los usuarios, por lo que tendremos que adecuar una lancha para esas labores”.
Hernández Pérez, recordó que el retiro del lirio derivó del acercamiento con el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Estado de Hidalgo (Sedagroh), Carlos Muñiz, quien visitó la presa durante una gira que ordenó el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, al que pusieron al tanto del problema y las posibles acciones para atenderlo.
Tiempo después, el titular de la Sedagroh solicitó a la Semarnath la maquinaria necesaria y se ajustaron las agendas para iniciar los trabajos tanto de diagnóstico como de ejecución.
Ricardo Hernández, dijo que después de quitar el lirio, lo ideal será emprender una estrategia integral para sanear la cuenca, que incluye la colocación de colectores sanitarios en la parte alta, que es donde se aporta aguas negras y que sólo llegue agua de lluvia.
Posteriormente, colocar plantas potabilizadoras para que suministren del líquido a la región y que esta presa se pueda proyectar como un pequeño sistema Cutzamala, con lo que garantizarían agua potable para las futuras generaciones.
Detalló que el desazolve costaría 200 millones de pesos aproximadamente y 800 millones los colectores y las plantas potabilizadoras, por lo que esperan que el Gobierno Federal, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), destine recursos y se apliquen.
“No solicitamos el recurso para la unión de usuarios, sino que el Gobierno Federal lo destine en uno de sus programas, que venga y lo realice, ese es nuestro objetivo, nuestro sueño”.
Agregó que aunque aparentemente este proyecto beneficiaría a unos 80 productores en cuestión de riego, en materia de agua potable se repondría casi en su totalidad el déficit de 6.7 millones de metros cúbicos, que tiene el acuífero y que se reporta de manera oficial

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