El 6 de junio, el Gobierno Federal publicó en el Diario Oficial de la Federación, el acuerdo con el que se inició el procedimiento para emitir la declaratoria como zona de monumentos arqueológicos a Huapalcalco, para lograr su preservación y conservación.
Este hecho viene a coronar el esfuerzo de 17 años de trabajo de la sociedad civil, que ama y buscó ese reconocimiento para Huapalcalco.
Dentro de esa sociedad civil, está el poeta argentino Darío Lobato, quien fue atrapado por la energía y belleza del todavía sitio arqueológico.
El artista, comentó que su primera visita a Tulancingo fue en 2007 y desde ese momento los acantilados, piedras y pirámides de Huapalcalco, lo atraparon e inspiraron a escribir un libro de poemas, llamado “De cara a la Piedra”, editado en Argentina y publicado en 2008.
Después de su primer libro, el poeta describe que se puso a buscar el antes y el después, en una búsqueda fértil porque el lugar tiene la magia de atrapar y así surgió su segundo libro, titulado “Huapalcalco, secreto de asombro”.
Su tercer libro titulado “Huapalcalco, la otra mirada”, el cual contiene fotografías de Víctor Crack y Nohemí Lori, muestra el asombro que ya había aparecido en el poeta y se volvió realidad en los equinoccios y solsticios vividos a detalle en Huapalcalco, momentos únicos que le hicieron percibiera un lugar vivo, que se mueve con la palabra y con el corazón.
La energía que percibe Darío Lobato, en la zona de los acantilados, la describe como única porque a diferencia de los demás sitios arqueológicos, en Huapalcalco sube la energía y eso lo plasmó en uno de sus libros donde hay una fotografía, en donde la luna se alineó con Júpiter en un equinoccio y en el centro del acantilado, se vio salir la energía de la tierra.
“Todas las pirámides las hizo el hombre para que la energía baje. Huapalcalco no lo hizo el hombre, los acantilados no los hizo el hombre, los eligieron hombres sabios que conocían de astronomía, que sabían que este lugar es un punto origen, un punto cero, donde la energía de la Madre Tierra sube y alimenta el universo.
La pasión por Huapalcalco ha llevado a que el artista suramericano comparta en todos los lugares que asiste sus experiencias en este sitio arqueológico y aunque es extranjero, vive y siente un cariño especial por este lugar, que con el anuncio del inicio del procedimiento de la declaratoria, alimenta la esperanza de que Huapalcalco sea rescatado.
“Cada quien debe aportar lo que pueda por Huapalcalco, yo lo único que puedo aportar es poesía. Llego a mi país y lo presento, muestro su asombro y la gente se queda sin entender porque solamente la poesía puede decir lo que se siente, lo que se ve. Estas piedras no sufren los labios extranjeros, porque yo les hablo con poesía y leo poesía, y las piedras escuchan porque el lugar es así”, comentó.
Darío Lobato junto con Niebla y Tiempo A.C., están visitando escuelas de diferentes niveles escolares, para que conozcan la poesía y la historia de Huapalcalco, pretendiendo alcanzar un aproximado de tres mil estudiantes

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