Esta semana es la última del mes de febrero, un mes corto pero significativo, que además de llenarnos con deliciosos tamales, bombones y chocolates, a muchos nos ha reparado prontamente el corazón.
Es este mes cuando la temporada invernal va llegando poco a poco a su fin y los fríos intensos se van desvaneciendo. Los días de calor y sol llegan ocasionalmente como indicio de que la primavera se acerca.
Sin embargo, los días son engañosos y a veces nos despertamos con los efectos de las bajas temperaturas o lluvia. Pero, ¿han contemplado el cielo por la tarde? ¡Está pleno de colores!
A mí me gusta ver el atardecer y en general, disfruto el observar el cielo de vez en vez. Y hace poco me encontré con alguien a quien le gusta también. Nos citábamos en la tarde esperando caer la noche, para contar las estrellas. Sin imaginar que días después su abuelo se convertiría en una de ellas. Cada tarde, entre pláticas, risas y besos, disfrutábamos de la buena compañía. Y por unos instantes me olvidaba de todo, me tranquilizaba y me hacía sentir bien.
Unos días atrás un familiar murió y aunque a veces tus expectativas en las personas son superiores, la vida te regresa a la realidad. Fue el viernes de Luna Llena, una madrugada fría. Mis ojos se fueron llenando de lágrimas y mi corazón se fue rompiendo de a poquito.
Únicamente recuerdo escuchar la música que el mariachi a lo lejos tocaba y pensaba en mis padres y en esos instantes, dónde he sido feliz. Después escribí un poema, y varios versos cuestionándome sobre la vida y los planes futuros. Y por ello les pregunto, ¿no sienten que el tiempo va pasando muy rápido? Y a pesar de todo ¿se sienten felices?
Tal vez algunos de ustedes ya están nuevamente enfocados en sus estudios y otros por fin se decidieron a cambiar de ese trabajo que no les gustaba. A lo mejor algunos reanudaron sus sesiones en el gimnasio o prefirieron cambiar y se inscribieron a los cursos de natación. Seguramente los románticos por fin declararon su cariño a ese “alguien especial” y como consecuencia un alto grado de oxitocina de placer. Febrero sigue siendo el mes del amor.
Desde luego, el poder decir y hacer las cosas que pensamos con éxito y armonía, se vuelven “instantes de felicidad”. Y aunque la felicidad es una emoción que logramos a través de nuestro ser consiente, de alcanzar nuestros objetivos o sentirnos bien, es algo subjetivo.
Yo soy feliz, y me da gusto el simple hecho de poder decirlo, pero no siempre me siento feliz. Con el paso de los años, he descubierto que la felicidad depende de uno mismo, de nuestro propio criterio. Nadie puede imponerte el sentirte bien, aunque la compañía de muchos es de ayuda.
Por esta razón, hoy en día me otorgo instantes de felicidad en cosas tan sencillas como reír y bailar, pasando tiempo con mis seres queridos y compartiendo sentimientos como sonreír y llorar. Lo mismo obtengo al escribir, al dar abrazos, al amar y al besar. Acariciar perritos y contemplar el cielo también me llenan de felicidad.
Y a ustedes, ¿qué cosas los motivan y los llenan de felicidad?
Ça va aller!