La Suprema Corte de Justicia de la Nación, invalidó lo que se denominó la segunda parte del Plan B electoral, con lo que culmina el estudio total de dicha reforma, concluyendo con su total invalidez.
En primer punto, hemos de señalar que el denominado Plan B, es aquel cúmulo de reformas legislativas, referentes al sistema electoral mexicano, mismo que fue estudiado en procesos diversos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, culminando los dos en considerarse inválidos, por violaciones al procedimiento legislativo.
En tal sentido, una de las cuestiones determinantes fue considerar que las violaciones al procedimiento legislativo, habían dejado en estado de indefensión a la minoría parlamentaria, misma que no pudo conocer la propuesta previa a su votación.
Si bien esta decisión ha sido duramente criticada y señalada por justa o injusta, parece que uno de los principales argumentos es que una mayoría parlamentaria, había votado por dicha reforma y si los ministros pueden deshacer una decisión mayoritaria.
Me parece que no existe duda al respecto en una división de poderes. La Suprema Corte de Justicia de la Nación no puede, sino que debe estudiar y si es preciso deshacer cualquier decisión que sea contraria a la Constitución y a la norma, sin importar si fue realizada por la mayoría, por una minoría o por una sola persona. En eso radica la división de poderes.
Por tanto, la discusión no puede radicar si el acto emanado de una mayoría o no, puesto que constitucionalmente ello es irrelevante, la pregunta debe de ser si el acto es o no constitucional.
En consecuencia, no puede ser constitucional un acto que impide que una minoría ejerza sus derechos, puesto que el mismo derecho tiene la mayoría como la minoría, a participar en los procesos legislativos, ya que ello es la esencia de la democracia.
juanfer_lm@jma
Es impensable que con actitudes de revanchas, de persecución y de venganza el señor presidente de la republica mexicana, licenciado Andrés Manuel López Obrador, pretenda reconstruir el tejido social, es decir, conseguir que entre los mexicanos se recupere la paz, la armonía, la piedad, la solidaridad, el respeto y muchos otros valores perdidos, si el mismo primer mandatario da el mal fomenta el encono y la intriga, puesto que arremete públicamente en contra de las instituciones públicas, las denosta, vapulea y pone en duda su honorabilidad ante la opinió pública que le cree como el Inai, solo en contra de los consejeros que no lo obedecen, el Inai, Tribunal Electoral, el Poder Judicial Federal, a cuyos integrantes, además de que los tache que están a favor de los conservadores y de los corruptos, como si se tratara de un berrinche de adolescente, les esta exigiendo a través de la Secretaria de Gobernación, informen de sus ingresos, petición que suena un tanto ociosa, puesto que el presidente seguramente sabe cuales son sus ingresos, además de que esos datos están publicados en los medios electrónicos, según lo anterior para conocer si los ministros ganan mas que él, lo que lleva como propósito en de exhibirlos en represalia por haber desaprobado su plan B, consistente en las reformas que aprobó al vapor, por presión del mismo mandatario, el Congreso de la Unión; sin embargo el jefe del ejecutivo no les pide informes a la Secretaria de Seguridad Pública, a la Guardia Nacional y a otras dependencias del gobierno federal, o de las entidades federativas, incluyendo el Estado de Hidalgo, las razones justificadas sobre el porqué siguen ocurriendo horrendos multihomicidios en todo el territorio nacional, el trafico de drogas, trata de blancas, actos de corrupción (Selgamex, Conade, Estafa Siniestra en Hidalgo), robo de combustible, secuestros etc. si su estrategia de seguridad incluía la recomposición del tejido social.