Frente al parque de la Avioneta ubicada en la colonia Ahuehuetitla, se encuentra el Museo de la Aviación Hashamayín, mismo que surgió como una iniciativa de Constantino Pérez Hernández y cuyo nombre en hebreo significa, “Dios en el Cielo”.
El entrevistado invitó a la ciudanía a visitar este espacio antes del inicio de clases, porque contempla un recorrido de aproximadamente 60 metros cuadrados que comienza con una cronología desde los primeros sueños y esbozos del hombre, por imitar el vuelo de las aves.
También se encuentran las biografías de hombres de México y el mundo, que plasmaron sus vidas en la aviación, dejando un legado que vino a contribuir al desarrollo de la humanidad, hasta llegar hoy a los más altos niveles ligados con la tecnología.
El Museo cuenta con diferentes secciones y 70 aviones a escala de diferentes épocas y a su paso, se encuentra la hélice de avioneta donada por Pedro Amador Lugo, tras una serie de trámites ante las autoridades aeronáuticas.
También hay una vitrina destinada a imágenes, escudos y monedas conmemorativas a los 100 años de la Fuerza Aérea Mexicana.
Durante el recorrido se encuentran también a ilustres hidalguenses pioneros de la Aviación como Guillermo Villasana, los hermanos Aldasoro Suárez, así como Amado Paniagua, nacido en Tulancingo y pionero de la aviación y quien tiene el nada grato dato de haber registrado el primer accidente aéreo en México, cuando realizaba unas maniobras en playas de Veracruz.
Horacio Ruiz Gaviño, el primer correo postal aéreo en México y América Latina de los llanos de Venta Prieta a los llanos de Balbuena, lo que ahora es el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
Bertha Cerón, la primera mujer en obtener una licencia para pilotar un avión jet comercial en México, nacida en Pachuca.