Dentro de unos meses en el estado de Hidalgo, se tendrán que renovar los 84 ayuntamientos, el Congreso Local, los siete diputados federales y los senadores de la república. Este empate de elecciones tiene –desde ahorita–, trabajando a varios liderazgos dentro de los partidos políticos.

Entre ellos, vale la pena resaltar quienes podrían ser considerados en la alcandía de la capital hidalguense. Porque se trata de la ciudad más grande e importante en el mapa político local. Y porque representa una gran tribuna para catapultar carreras políticas.

Hay que recordar que la elección pasada marcaba una tendencia muy favorable a Morena y, por ciertas razones propias de la política, el resultado final favoreció al PRI. Partido que, por cierto, solo una vez ha dejado de gobernar en la bella airosa.

En esta lectura, es de suma importancia para todos los competidores lo que ocurra en la capital. Este epicentro político determina muchas cosas. La más importante, es que en automático el o la presidenta municipal de Pachuca, se considera un fuete aspirante a la gubernatura del estado.

Quizá por eso, hay una larga lista de aspirantes que hacen trabajo político con mucha intensidad. Aunque parecen olvidar que la responsabilidad de gobernar desde la Casa Rule es ingrata. No solo se trata de un cargo que exige tiempo completo, sino que también tiene pocas recompensas.

Desde hace años la ciudad sufre un descuido considerable. Sus calles se encuentran en pésimo estado, el alumbrado es deficiente, el desabasto de agua es una constante, las áreas comunes (mercados, parques, jardines y otros espacios) carecen de mantenimiento, en fin.

El reto es mayúsculo, pero aun así hay varios perfiles que desean entrar al reto de mejorar la calidad de vida de los pachuqueños. Y eso está bien porque mucha falta hace dar un giro y tener una ciudad a la par de las capitales del centro del país.  

Sin embargo, los nombres que suenan no parecen generar tanta simpatía. Quizá porque en su cosmovisión el reto de administrar un gobierno local es sencillo. Esta falacia, por el contrario, ha dejado fuera del juego a perfiles que se antojaban distintos.

Vale la pena en este particular, traer a cuenta la experiencia de Yolanda Tellería, quién dejo un amargo sabor de boca por lo complejo que resultó su administración contaminada por el perverso juego de un sindicato de trabajadores, que tenían como encomienda desestabilizar todo.

Esa falta de tacto político y otros pendientes dejaron a la ciudad sumida en un letargo del que no alcanzamos a salir. Tampoco hay que olvidar el episodio de los parquímetros. Proyecto que privatizó las calles de Pachuca para beneficiar a unos particulares.

Lo cierto es que muy pronto escucharemos nuevamente propuestas de todas las denominaciones. Los que radicamos en esta ciudad, tendremos que hacer la valoración respectiva para elegir un gobierno que pueda hacerle frente a todos los problemas del urbe.

Ojalá que en este intento tengamos una administración que deje huella por sus logros y no por los pendientes que pueda heredar.

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