Hemos visto asombrados en las noticias como en Guatemala han dispersado la caravana migrante proveniente de Honduras, si bien es un hecho verdaderamente lamentable ver las imágenes de niños, mujeres y hombres ser golpeados y dispersados por policías debemos de entender que ocurre a lo largo de este movimiento migratorio.
En primer punto tenemos que los migrantes hondureños han reiterado su intención en ir a Estados Unidos y que su paso por los países como México y Guatemala es solo provisional, pero ello no tiene relevancia alguna, puesto que aún siendo personas de paso tienen una obligación para con los países que es aportar sus documentos para poder transitar por los mismos.
Es cierto que en su gran mayoría solicitan ayuda humanitaria y me parece que el deber de todo país es apoyar a toda persona que la solicite, pero ello debe de ser atendiendo las reglas enmarcadas por el derecho internacional público que en suma consiste en una revisión exhaustiva de la condición de cada persona para que el país pueda otorgar o no inclusive el asilo si fuese necesario.
Sin embargo, lo anterior no permite que un grupo de personas de las cuales no se conoce ni su procedencia ni su estado de salud, puedan transitar de un país a otro sin ningún tipo de restricción, dado que debemos de recordar que los controles tienen una finalidad especifica que es la protección tanto del gobierno y las personas del país receptor como de la persona que solicita ese ingreso.
En tal sentido, podremos imaginar que en una caravana sin control de ingreso a un país pudiera encontrarse menores que son transportados en contra de su voluntad o que fueron sustraídos del cuidado de sus padres o dentro de dicha caravana se encuentren personas buscadas por la justicia o en el presente que pudieran ser portadores de Covid y aumentar el número de contagios en el mundo, es por ello que los protocolos de seguridad se deben de seguir vigentes.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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