Hace unos días se realizó una declaración a nivel nacional sobre los abogados que osaran defender a quienes estuvieran en contra de la reforma energética, sosteniendo que todo abogado que osara realizar alguna acción jurídica contraria sería una traición a la patria.
Me parece no solamente lamentable la declaración sino contraria lo que llamaríamos un estado de derecho, si hemos gritado a los cuatro vientos ser protectores de libertades, es obligación de gritar que esa protección empieza por permitir la defensa.
En tal sentido, es que los abogados existen por la necesidad de proteger derechos y su existencia es la demostración de la insuficiencia de sus deberes del Estado para garantizarle a las personas sus derechos y es por ello que un Estado que comprende la necesidad de garantizar derechos comprende su limitante para garantizarlos y como consecuencia la necesidad de expertos que le hagan frente para combatir su actuación en defensa de los derechos de las personas.
Debemos de recordar que si existen y existieron Estados que han creído que los abogados no son necesarios, porque creyeron que el Estado nunca podría cometer un error, que el Estado era tan capaz de garantizar derechos a sus ciudadanos que jamás haría necesario que un abogado pudiera hacerle frente, puesto que hacerle frente a un Estado que aseguraba garantizar derechos era pensar que el Estado pudiera equivocarse cuestión que nunca podría pensarse que ello ocurriera.
Mi conclusión es tan catastrófica como el mundo la vio en aquel tiempo, basta con mencionar que aquellos Estados que consideraron que no eran necesarios los abogados era los Estados Totalitarios
En consecuencia, es que jamás pudiera pensar en un abogado como un traidor a la patria por el contrario pensaría en el como un luchador por la misma, como aquel que desde la trinchera del derecho, busca y protege los derechos de las personas que buscan sus servicios.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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