Por Cristian Andrey Rangel Hernández
A inicios de año, la organización OXFAM presentó el informe “La ley del mas rico”, en el contexto en el que se estaba llevando a cabo el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
¿Cuántas veces hemos escuchado que necesitamos una reforma fiscal progresiva, que cobre más a quienes más tienen? Lo cierto es que para afrontar la desigualdad, es urgente gravar la riqueza extrema, las actuales reglas fiscales incentivan a que pocas personas amasen grandes cantidades de dinero, y a que a los Estados cuenten con un espacio fiscal, cada vez más reducido para cumplir con sus obligaciones para reducir las desigualdades.
En México, durante los años de pandemia, la fortuna de los 15 mil millonarios aumentó en 645,000 millones de pesos, cifra que representa un tercio de su riqueza, pero también 4 millones de nuevas personas se incorporaron al rubro de pobreza y a pesar de que el actual gobierno federal, ha emprendido políticas y acciones para combatir la desigualdad extrema y aumentar la recaudación de impuestos, no están ni cerca de ser suficientes.
México requiere de una reforma fiscal progresiva que cobre más a quienes más tienen, pero particularmente enfocada a los súper ricos, personas con fortunas mayores a los mil millones de dólares.
Nuestro país actualmente ocupa la última posición entre las grandes economías de América Latina y el Caribe en recaudación de impuestos por gravamen a la riqueza 0.34% del PIB, frente al promedio latinoamericano de 2.57%. y de acuerdo con la secretaria de Hacienda, las personas contribuyentes con ingresos superiores a los 500 millones de pesos anuales representaron el 0.03% de la recaudación total de impuestos federales y las grandes empresas pagaban hasta 2021, unas tasas efectivas de impuesto sobre la renta de apenas entre el 1 y 8% del total de sus ingresos, muy por debajo del 30% que establece la ley.
Entonces, ¿quién paga hoy los pocos impuestos que recauda el gobierno mexicano? La mayor proporción de la recaudación proviene de los impuestos al consumo, como el impuesto al valor agregado (IVA) o los impuestos especiales sobre producción y servicios (IEPS), que son impuestos regresivos, pues los hogares más pobres lo pagan en mayor medida como proporción de sus ingresos totales.
Hoy, la situación de las finanzas públicas en México es compleja por el continuo e histórico rechazo a cualquier intento de reforma fiscal, que cobre más a las grandes fortunas
Entonces… bajo la ley del más rico ¿Quién paga, quién deja de pagar, quién se beneficia de ese dinero y cuánto vamos a necesitar para hacer frente a los desafíos y las crisis del futuro?r
(*) Economista por la UAM y Maestro en Gestión Pública
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